El libro Inclinado. Libro ilustrado para niños

El título del libro no miente, éste es realmente un libro inclinado: su formato no es rectangular, sino en forma de rombo, con el lomo y el borde frontal inclinados.

Su creador fue el ingenioso y original artista estadounidense Peter Newell (1862-1924), un pionero en libros con formatos especiales. Suyo es también El libro del agujero, todas de cuyas páginas tienen un agujero producido por el disparo accidental del protagonista.

Caos y devastación

Algo innegable de este libro es que llama la atención. Cuando lo ves en la mesa de una librería no puedes evitar hojearlo, compartir el descubrimiento con tu acompañante y preguntarte si su forma tiene que ver con su contenido. ¿Tratará sobre toboganes? ¿Sobre las cuestas de la vida? ¿Acaso sobre la Torre de Pisa?

Al abrirlo descubres que no trata de nada de eso, pero que su formato no puede ser más adecuado para lo que se cuenta. Narra las aventuras de Bobby, un niño que vive en lo alto de una pendiente. Un día, cuando su niñera lo saca de paseo, el carrito en el que lleva al niño se escapa y comienza a rodar sin control por la inclinada pendiente arrollando todo lo que encuentra.

Cada paso de página es un accidente: atropella a un policía, tira una escalera en la que está subida un pintor, devasta el puesto de un vendedor, destroza una boca de riego... Su humor recuerda al del cine cómico mudo que se empezaba a filmar por esa época. A esas películas llenas de golpes y caídas protagonizadas por Roscoe Fatty Arbuckle, Charlot, Buster Keaton, o Harold Lloyd.

El texto, traducido por Aloe Azid en versos endecasílabos y heptasílabos con rima consonante, refuerza en ocasiones la comicidad de la historia por esa relación, no sólo fonética, que existe entre rima y risa.

Un libro éste ideal para mayores aficionados a las rarezas, a los libros curiosos y a los regalos originales. Lo que no significa que no sea un libro para niños, escrito pensando en ellos y con el único objetivo de hacerles reír. Y lo consigue, bien sabido es la fascinación que los niños sienten ante el caos y la devastación.

Datos prácticos