El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza

Libro de pop-ups para prelectores

Digámoslo desde el principio y sin ambages. El protagonista de este cuento es un topo con una deyección en la cabeza que trata de descubrir quién se ha hecho eso sobre él. Pues bien, pese a lo insólito del protagonista y lo estrambótico del argumento, desde que se publicó se han ido sucediendo las traducciones y ediciones de este libro que ha obtenido un éxito mundial.

¿A qué se debe tal éxito? Quizá a que dos de las cosas que más les gustan a los niños pequeños son los animalesy la escatología, y este libro les sirve una buena ración de lo uno y de la otra, ahora en tres dimensiones, con solapas, ruedas y lengüetas merced a esta edición especial de Alfaguara Infantil.

Un libro de humor e intriga para prelectores

Todo comienza cuando un buen día un topo asoma la cabeza por su agujero y le cae sobre ella algo "gordo y marrón". Comprensiblemente enfadado, el topo inicia las pesquisas para descubrir al culpable con las pruebas del delito en la cabeza (todo detective que se precie debe llevar sombrero). Uno por uno va interrogando a los posibles sospechosos: un conejo, un cerdo, una vaca... que no sólo declaran su inocencia, sino que la demuestran de la mejor forma posible, evacuando el contenido de sus intestinos.

Finalmente, como los modernos detectives, el topo acaba recurriendo a la ciencia. A falta de laboratorio, consulta con unas expertas en la materia: unas moscas que, tras analizar las cualidades organolépticas de las pruebas del delito, dictaminan quién es el culpable. No tardará en recibir cumplida venganza.

Pues bien, esta es la historia que ahora se puede leer y ver en desplegables, con las pruebas de inocencia de los distintos animales en todo su esplendor y en tres dimensiones. A ver qué libro electrónico puede competir con esto.

Entre los adultos, este libro genera diversidad de opiniones. A algunos les gusta por transgresor, original y divertido; otros lo detestan por considerarlo ordinario y de mal gusto. Entre los lectores a los que va dirigido (niños de 2 a 5 años) la unanimidad es total: a todos les encanta.