La importancia de realizar una revisión visual al inicio del curso

Antes de la vuelta al cole o al inicio del curso escolar, asegúrate de que tu peque ve perfectamente para que, si tiene un problema de visión, este no complique o ralentice su aprendizaje.

El comienzo de curso es el momento perfecto para realizar una revisión de la vista a los niños y jóvenes en edad escolar. Con ella, detectarás si existe alguna deficiencia visual que podría afectar al rendimiento de tus hijos en el colegio.

¿Por qué es importante revisar la vista de tu hijo?

Revisar la vista a los más pequeños de la casa es una medida preventiva imprescindible para el cuidado de sus ojos y para evitar dificultades en el aprendizaje, dado que se sabe que uno de cada tres fracasos escolares se asocia a una mala visión. ¡No lo dejes pasar!

Conviene detectar y tratar los problemas de visión más comunes desde los primeros meses de vida del niño. Pero, si lo has pasado por alto y notas que el niño se pega demasiado al cuaderno o, por el contrario, se lo aleja demasiado o le cuesta leer, conviene realizarle una revisión visual.

¿Cómo puedo detectar si mi hijo tiene algún problema visual?

Por lo general, los niños no suelen quejarse de no ver bien, ya que todavía no distinguen de forma clara qué significa ver correctamente respecto a cómo lo han hecho siempre. Si tu hijo entrecierra los ojos cuando ve la televisión, notas que le escuecen o se los frota con frecuencia cuando está mucho rato frente al ordenador o se acerca mucho al libro cuando está leyendo, estos pueden ser síntomas de que tiene algún problema de visión.

Ver no solo implica tener una buena agudeza visual, sino también muchas otras habilidades visuales, como pueden ser la capacidad de enfoque lejos-cerca, la habilidad de mover los ojos correctamente, tener una binocularidad correcta, una buena coordinación ojo-mano, una buena estereopsis (cálculo correcto de la profundidad), etc.

Es recomendable realizar un examen visual al nacer, a los 6 meses, a los 2 años y a los 4 años. De los 6 meses a los 2 años es muy importante evaluar el correcto desarrollo de la visión binocular para detectar posibles estrabismos. Normalmente la vía visual está completamente desarrollada a los 2 años, aunque hasta los 5 no se llega a tener una agudeza visual del 100%.

Signos de una visión deficiente en la infancia

• Falta de interés por la lectura o pérdida del hilo de la lectura. 
• El niño al leer sigue el texto con el dedo. 
• Giros extraños de las palabras y dificultad para recordar lo que ha leído. 
• Cejas fruncidas, parpadeo excesivo u otras deformaciones faciales cuando lee. 
• Visión doble de los objetos. 
• Dolores de cabeza, náuseas o aturdimientos asociados al uso de los ojos de cerca. 
• Sensibilidad exagerada a la luz. 
• Párpados rojos o hinchados y frotamientos frecuentes de los ojos. 
• Pasos falsos y caídas frecuentes.
• Vocalización en voz baja durante la lectura, constatada por el movimiento de los labios. 
• Cierra o se tapa un ojo para poder ver mejor con el otro. 
• Mala coordinación del ojo y la mano, que se manifiesta por la dificultad al jugar al tenis, atrapar una pelota u otra actividad parecida.

¿Dónde puedo realizar una revisión visual a mi hijo?

Puedes acudir a cualquier centro ópticomo para salir de dudas. Un óptico podrá realizar las pruebas oportunas, y en tan solo unos momentos, detectará si tu hijo ve bien, o si tiene un problema de salud visual como puede ser el astigmatismo, miopía, amblioía, etc.

Pregunta en tu óptica de confianza si tienen algún plan familiar para padres e hijos niños del que puedas beneficiarte en caso de que varios miembros de la familia necesiten gafas.