Aliviar los cólicos del lactante con homeopatía

El bebé llora, llora y llora... y no conseguimos calmarle, ¿qué le ocurre? Seguramente esté sufriendo los llamados cólicos del lactante: un llanto intenso, constante y sin motivo aparente en un bebé sano y bien alimentado.

Los cólicos suelen darse entre las 2 semanas y los 4-5 primeros meses de vida y a pesar de que no son un problema que pueda afectar a la salud del niño ni son síntoma de nada grave, crean intranquilidad a los padres. A la intensidad del llanto y a los dolores abdominales que sufre el bebé se une la preocupación de no poder calmarlo. En definitiva, son agotadores tanto para el bebé como para los que los sufrimos.

Tratar los cólicos de los bebés con homeopatía

Para identificar cuando se trata de un cólico y cuando simplemente tiene una rabieta por otro motivo nos tenemos que fijar en sus movimientos. Cuando el llanto del bebé es debido a un cólico suele agitar las piernas y los brazos y se encoge a menudo por los dolores en la tripa. También podemos fijarnos en el momento en que aparezca, ya que suele ser justo después de comer.

El mejor consejo es mantener la calma ante el llanto desesperado del bebé e intentar prevenir la situación: colocándole en una posición correcta al amamantar o al tomar el biberón; procurando que no tome aire durante la comida, y si es así darle pequeños golpecitos en la espalda para que lo expulse; evitando agitarle demasiado nada más terminar de comer. Si aún teniendo en cuenta estos consejos no conseguimos evitar los cólicos y calmar al bebé, ¿qué podemos hacer?

Podemos recurrir a la homeopatía para aliviar ese cólico. Es cierto, que no nos gusta en general tener que dar medicamentos a lo niños cuando son tan pequeños, pero concretamente lo medicamentos homeopáticos nos permitirán aliviar los síntomas del cólico calmando el dolor abdominal del bebé y devolviéndole la tranquilidad, con la seguridad de que no se han descrito contraindicaciones ni interacciones medicamentosas y por tanto los pueden tomar los niños desde sus primeros meses de vida.

Además, su forma farmacéutica habitual en forma de gránulos y glóbulos, pequeñas esferas de sacarosa y lactosa, hacen que su sabor sea más agradable para los pequeños evitando así que puedan rechazarlo. Gracias a este tratamiento nuestros bebés y nosotros mismos volveremos a descansar.