Enuresis infantil: sistemas de alarma

Los sistemas de alarma para combatir la enuresis son uno más de los métodos de los que podemos servirnos para curar esta dolencia, ya sea combinándolo con fármacos o con otras pautas que apliquemos en casa.

La enuresis infantil se produce, en muchas ocasiones, por un defecto de aprendizaje, una falta de madurez relacionada con las señales que el niño recibe de que siente ganas de orinar, y el consiguiente control de la vejiga. Para corregir este fallo en el aprendizaje es necesario que el niño aprenda a reconocer las señales en su cuerpo de que tiene la vejiga llena y a aplicar la reacción propia, esto es, despertarse –si es que los episodios de enuresis se producen mientras duerme- y retener la orina el tiempo necesario para que pueda llegar al baño u orinal. Muchas veces basta con ejercicios o “juegos” para practicar la capacidad de retención de la orina y un seguimiento de la evolución del niño en un calendario apoyado por un sistema de premios; soluciones que no implican fármacos y que pueden ser aplicadas fácilmente en casa aunque siempre sea recomendable la consulta con un especialista. Pero otras veces son los mismos padres o el médico quien puede recomendar ayudarse para reeducar al niño con un “sistema de alarma de pipí”.

¿Qué son y cómo funcionan?

Éstos son muy fáciles de usar: constan de dos partes, un sensor y un pequeño altavoz, unidos por un cable. El sensor se introduce envuelto en una gasa en la ropa interior del niño, y el altavoz se prende del cuello del pijama, pudiendo pasarse el cable por dentro o por fuera de la ropa, como resulte más cómodo. Cuando el niño comience a orinarse el sensor de humedad lo detectará, activándose una señal que despertará al niño, pudiendo ésta ser vibratoria, auditiva o combinada. Hay también sistemas que prescinden del altavoz del cuello y del sensor dentro de la ropa interior, sustituyéndolos por uno exterior que también integra la alarma, y que se coloca a modo de cinturón sobre el abdomen del niño.

¿Cómo usarlos?

En cuanto a su efectividad para el aprendizaje, conviene pautar su uso con una retirada progresiva del sistema cuando comience a observarse que los resultados positivos se prolongan en el tiempo, pues si de lo que se trata es de que el niño aprenda a reconocer por sí mismo el momento de ir al baño, abusar de estos sistemas puede provocar que pierda interés en aprender una función que ve que la alarma ya hace por él. Los fabricantes de estos sistemas suelen incluir instrucciones a este respecto junto con el producto.

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