Enuresis infantil: prevenir la enuresis

La enuresis se puede prevenir reforzando el aprendizaje del control de su esfínter

La enuresis en los niños se produce por un mal aprendizaje del control de los esfínteres, por lo que la clave para prevenir la enuresis no consiste más que en reforzar este proceso. El momento de hacerlo es el de la retirada del pañal; un período de tiempo en el que gradualmente iremos enseñando a nuestro hijo que es momento de cambio, de comenzar a tomar conciencia de sus ganas de orinar o hacer caca y de enseñarle cómo y dónde debe hacerlo ahora.

enuresis infantil

Encontrar el momento

Para poder comenzar a inducirle al cambio debemos tener en cuenta cuatro factores:

  1. Nunca debe hacerse antes del año y medio.
  2. Debería llevarse a cabo durante la primavera o el verano (le será más fácil con menos ropa que quitar).
  3. La frecuencia del cambio del pañal se ha espaciado hasta las dos horas como mínimo.
  4. El niño manifiesta malestar ante la sensación de humedad.

Si se dan estos factores podemos comenzar el proceso de su aprendizaje de retirada del pañal, un aprendizaje que será la prevención más segura contra la enuresis.

Guiar su aprendizaje

Lo primero será familiarizarle con el objeto con el que tendrá que interactuar a la hora de hacer pis o caca, ya sea un orinal u adaptador y escalón para el W.C. Es posible que le dé miedo utilizarlos, por lo que una buena idea será emplear juegos, canciones o juguetes para acercarle a estos objetos y que los “haga suyos”. Nunca hay que obligar al niño por la fuerza a utilizar su orinal o adaptador: así sólo reforzaremos su rechazo por ellos y no hay nada peor que esto, porque ya no “querrá” aprender. Cada padre sabrá cuál es la manera más apropiada de hacer que su hijo acepte las novedades que se dan a su alrededor y se adapte a ellas.

Cuando ya haya pasado ese primer momento de cambio y para el niño su orinal sea un objeto más, podemos reforzar su autonomía (es lo esencial del proceso) utilizando braguitas y calzoncillos absorbentes, pensados para este período, que él mismo podrá bajarse y subirse cuando sienta ganas de hacer pis.

Ante todo, hay que ser paciente, pues se trata de un proceso, y recordar que cada niño lo lleva a su modo y a su ritmo, del que tenemos que ser conscientes para poder respetarlo y -fundamental- preservar su autoestima.

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