Trasplante renal

Consiste en la extracción de un riñón de un individuo previamente sano (cadáver o de vivo) y su colocación en un enfermo con insuficiencia renal crónica en fase terminal e incompatible con la vida.

Dr. Pedro Errasti Goenaga
Especialista en Nefrología
Consultor. Servicio de Nefrología
CLINICA UNIVERSIDAD DE NAVARRA

¿Qué es?

Consiste en la extracción de un riñón de un individuo previamente sano (cadáver o de vivo) y su colocación en un enfermo con insuficiencia renal crónica en fase terminal e incompatible con la vida. Técnicamente la operación es sencilla y consta de tres anastomosis o uniones (arterial, venosa y urinaria). La duración de la intervención en el receptor es de unas 3-4 horas. Permite la recuperación integral de la función renal y el realizar una vida normal. Precisa la toma de medicación anti-rechazo o inmunosupresora de por vida, y frecuentes controles médicos.

¿Cuándo está indicado?

En todo paciente con insuficiencia renal crónica terminal y sin contraindicaciones, previo al inicio de la diálisis o una vez incluido en programa de hemodiálisis o de diálisis peritoneal. Requiere la realización de una serie de estudios analíticos, inmunológicos, diversas técnicas de imagen, valoración de situación cardíaca, pulmonar, neurológica, urológica, etc., siendo posteriormente incluido en lista de espera de trasplante renal en la unidad de trasplante de su área de influencia.

¿Qué ventajas ofrece respecto a la diálisis?

La principal es que restituye o normaliza todas las funciones del riñón, incluidas la producción de hormonas tipo eritropoyetina (necesaria para la producción de glóbulos rojos), vitamina D (para el mantenimiento normal de los huesos), etc. y no sólo la función de uropoyesis o eliminación de agua y de productos de desecho como la urea, creatinina, potasio, fósforo, etc. ... que realizan las diferentes técnicas de diálisis peritoneal o hemodiálisis. Permite además un mejor estado físico y psíquico, una mejor calidad de vida y es la opción terapéutica más barata a partir del año con injerto funcionante.

¿Son todos los pacientes en diálisis candidatos al trasplante renal?

No todos los pacientes con insuficiencia renal crónica terminal pueden ser trasplantados por problemas o limitaciones de naturaleza médica o quirúrgica. Es el caso de los pacientes con edad superior a 70-75 años (valorando más la edad biológica que la cronológica) y aquellos con problemas importantes de origen cardíaco, hepático, neurológico, pulmonar, patología infecciosa crónica, enfermedades tumorales no resueltas, etc. Todo paciente en el que el riesgo vital de la operación y de las complicaciones asociadas con la medicación anti-rechazo se consideran excesivas o importantes, es mejor contraindicar el trasplante renal. En España se dializan en la actualidad (en el año 2000) alrededor de 16.500 pacientes y se encuentran incluidos en lista de espera de trasplante renal alrededor de 4.600 pacientes. Al año se efectúan unos 2000 trasplantes de riñón.

¿En qué consiste la lista de espera?

Una vez efectuados todos los estudios pertinentes y comprobado que el paciente cumple todos los requisitos e indicaciones para el trasplante renal, se envían todos los datos al hospital de referencia donde se encuentra la unidad de trasplante renal y desde donde se avisará al paciente (a través del médico responsable de su seguimiento) en cuanto se disponga de un riñón adecuado por sus características. Entre los datos necesarios están la edad, unidad de diálisis, grupo sanguíneo, tipaje tisular, resultados de anticuerpos citotóxicos, tipo de nefropatía, fecha de inicio de programa de hemodiálisis, teléfonos de localización, etc. ... y los resultados de los diversos estudios pretrasplante. En España sólo se puede estar incluido en una lista de espera de trasplante renal.

¿Qué tipo de trasplante renal existe respecto al donante?

Dependiendo de la procedencia del injerto, puede ser de donante vivo emparentado (padres, hermanos, hijos, primos), donante vivo emocionalmente relacionado (por ejemplo, entre esposos) y de donante cadáver (por muerte cerebral previa o a corazón parado). En el futuro podrán efectuarse trasplantes renales procedentes de animales, como por ejemplo, el de cerdo (animales transgénicos genéticamente manipulados) y en éste caso se trata de xenotrasplantes. Los mejores resultados se obtienen con el trasplante renal de donante vivo.

¿Qué es el tratamiento anti-rechazo?

Consiste en la toma de medicación inmunosupresora para evitar el rechazo y conseguir la tolerancia del injerto. Existen muy diversos protocolos de inmunosupresión dependiendo de la edad, grado de riesgo inmunológico, según se trate de primeros o más injertos, etc. y los agentes de uso actual más frecuentes son el Sandimmun neoral® (Ciclosporina), Prograf® (Tacrólimus), Cell-Cept® (Micofenolato mofetil), Imurel® (Azatioprina), Rapamicina y Corticoesteroides. Pueden utilizarse también anticuerpos policlonales o monoclonales durante cortos períodos de tiempo.

¿Qué se espera del receptor?

Que tome la medicación correctamente con la dosis e intervalo indicado por el médico responsable de su seguimiento. Que se controle periódicamente la tensión arterial, el peso y la temperatura. Que consulte con rapidez ante episodios de fiebre, edema, disminución de la diuresis o cualquier otra complicación relacionada o no con el trasplante renal. Es importante también realizar actividad física diaria, llevar una dieta adecuada, evitar el tabaco, mantener el peso ideal, etc.

¿Cuáles son las complicaciones más frecuentes?

Las complicaciones precoces más frecuentes son las relacionadas con la cirugía (obstrucción urinaria, fístula urinaria, colecciones líquidas, infección de la herida quirúrgica, infecciones de orina, del pulmón, etc.). Es alta la incidencia de hipertensión arterial, aumento del ácido úrico, aumento del colesterol. A más largo plazo, las principales complicaciones son las infecciones, los tumores malignos, el rechazo crónico y las complicaciones cardiovasculares.

¿Cuáles son los resultados?

En la actualidad los resultados del trasplante renal de cadáver son muy buenos, lográndose una supervivencia del injerto de alrededor de 90% al año, del 70-75% a los cinco años y del 50-60% a los 10 años. Las principales causas de pérdida del injerto a largo plazo son el rechazo crónico y la muerte del paciente con injerto funcionante en relación con problemas cardiovasculares, infecciones, tumores y hepatopatías. Los resultados del trasplante renal de donante vivo son superiores a los de cadáver y se caracterizan por una menor incidencia de rechazo agudo y unos resultados superiores en cuanto a supervivencia del injerto que pueden ser al año del 98%, a los cinco años del 85% y a los 10 años del 75%.

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