Síndrome respiratorio agudo severo (SARS)

Se trata de una enfermedad infecciosa de reciente aparición y de causa desconocida, que afecta al aparato respiratorio provocando un cuadro parecido a la gripe en sus etapas iniciales.

¿Qué es el SARS?

Se trata de una enfermedad infecciosa de reciente aparición y de causa desconocida, que afecta al aparato respiratorio provocando un cuadro parecido a la gripe en sus etapas iniciales. Aunque probablemente se trata de una enfermedad de distribución mundial, presenta una especial incidencia en algunas regiones del sudeste asiático.

¿A quienes puede afectar?

La mayor parte de los casos han ocurrido en el sudeste asiático. Posteriormente han ido apareciendo otros que se van distribuyendo por la geografía mundial, afectando especialmente a Norteamérica (Canadá) y en menor medida a Europa.

¿Cuál es la causa?

Los últimos hallazgos apuntan hacia un tipo de coronavirus, es decir, que se trataría de una nueva variante de una especie de virus ya conocida, que produce cuadros respiratorios muy frecuentes en la población.

¿Cuál es su vía de transmisión?

Se ha observado el contagio en personas que conviven o atienden a estos enfermos, habiendo existido un contacto estrecho. Los grupos de riesgo incluyen, por tanto, al personal sanitario que atiende a estos pacientes, a las personas que conviven en el mismo domicilio o a las personas que hayan contactado con secreciones respiratorias o fluidos biológicos de pacientes con SARS. Por el momento no se ha comprobado que exista riesgo en los contactos esporádicos o puntuales con estos pacientes ni a través de objetos inanimados.

Aunque los datos son provisionales, lo que se ha observado hasta la fecha es que el tiempo de incubación es de 2 a 7 días (máximo de 10 días) después de la exposición a un caso fuente.

¿Cuales son los síntomas?

Los síntomas y signos clínicos son poco específicos. Los pacientes presentan un cuadro de fiebre superior a 38º, a veces asociada con escalofríos, dolor de cabeza, o molestias generalizadas. Algunas personas presentan síntomas respiratorios leves. Entre 3 y 7 días después, el paciente desarrolla una tos sin expectoración, que puede progresar a insuficiencia respiratoria, incluso requerir ventilación mecánica.

La presencia de este cuadro clínico, junto con hallazgos radiológicos compatibles con neumonía o distress respiratorio agudo, y siempre con el antecedente de estancia en los 10 días anteriores en un área de riesgo (China, incluyendo Hong Kong, Vietnam, Singapur y Toronto) o del contacto con un paciente que presente el diagnóstico, son los datos que sugieren el diagnóstico.

¿Cuál es el tratamiento?

Hasta el momento actual no existe un tratamiento disponible para esta enfermedad. En algunos casos la administración de un medicamento antiviral como la ribavirina por vía intravenosa, y los corticoides pueden haber estabilizado el estado de algún paciente crítico, pero la evidencia disponible no ha confirmado que pueda ser un tratamiento eficaz. Por ello, el mejor tratamiento es la prevención, evitando viajar a las zonas afectadas.  En caso de tener que viajar a estas zonas por motivos ineludibles, el Ministerio de Sanidad y Consumo de España ha recomendado una serie de medidas preventivas:

  •  Mantener una buena higiene personal, lavarse las manos después de   estornudar, toser o limpiarse la nariz. 
  •  Ventilar bien los espacios cerrados.
  •  Evitar visitar lugares concurridos con mala ventilación.
  •  Tener disponibles pañuelos/toallas de papel para su uso cuando sea necesario, que deberán ser eliminados adecuadamente.
  •  Tomar una dieta apropiada, realizar ejercicio con regularidad, descansar adecuadamente, reducir el estrés y no fumar.
 En el caso de los niños es importante:
  •  Limpiar bien los juguetes.
  •  Cubrirse la nariz y la boca al estornudar o toser.
  •  Mantener las manos limpias.
  •  Utilizar jabón líquido para lavarse las manos y toallas de papel desechables.
Consultar a su médico rápidamente si desarrolla síntomas de infección del tracto respiratorio.

¿Cuál es la evolución de la enfermedad?

La enfermedad lleva aparejada una mortalidad del 3-4 %. Al igual que la gripe hay un porcentaje muy elevado de pacientes, que los expertos sitúan entre el 85-90%, que experimentan una mejoría espontánea a los 6 ó 7 días. Aproximadamente el 10% desarrolla cuadros graves con insuficiencia respiratoria.

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