La esquizofrenia y la psicosis en adolescentes
Trastornos de la conducta en la adolescencia
El término psicosis se define como un trastorno serio de la capacidad del individuo de evaluar e interpretar la realidad. El adolescente con psicosis tiene alucinaciones (como oír voces o ver cosas cuando no las hay), o delirios (falsas creencias de las que el paciente está convencido, como creer que le están vigilando o persiguiendo). Respecto al comportamiento, puede estar seriamente alterado o desorganizado o ser extraño, con alteración significativa de las funciónes como cuidado personal e interacción social y el adolescente hace cosas que no son propias de él o ella.
Psicosis en niños y adolescentes
Cuando aparecen síntomas psicóticos en niños o adolescentes hay que pensar primero en otras causas diferentes a la esquizofrenia, porque son más frecuentes. Lo primero es descartar que la posible alucinación o delirio sea normal para la edad del niño. Los niños menores de 6 años pueden tener sueños que parecen reales, fantasías que cuentan como si les hubieran pasado, o por ejemplo oír voces de sus padres cuando están solos o ante un estress o ansiedad.
El abuso de sustancias (cocaina, anfetaminas, speed, LSD, marihuana, alcohol) es una causa frecuente de síntomas psicóticos en un adolescente que está médicamente sano, por ello debe realizarse un control de toxicología en orina aunque no se sospeche abuso de drogas en el adolescente.
Hay otros trastornos psiquiátricos como la depresión o la enfermedad bipolar (maniaco-depresiva) que en adolescentes pueden producir síntomas como alucinaciones o delirios y se puede confundir con la esquizofrenia. Sin embargo, en estos trastornos existe una alteración importante del humor, estando deprimido, irritable o eufórico, y hay otros síntomas como desinterés por las cosas, alteraciones del apetito, sueño y concentración, ideas de autoculpa o de suicidio, o comportamientos impulsivos como grandes gastos o lenguaje rápido en la manía.
Causas y síntomas de esquizofrenia en adolescentes
La esquizofrenia empieza al final de la adolescencia y principio de la edad adulta. No se sabe la causa de la esquizofrenia, aunque se sabe que tiene un componente genético y hay mas riesgo de padecerlo si uno de los padres padece la enfermedad, o si se tiene un hermano gemelo afectado.
Este problema en el desarrollo inicialmente no produce síntomas, pero según el adolescente va creciendo, empiezan a aparecer, generalmente de forma leve en la fase inicial. Se puede hacer un diagnóstico de esquizofrenia en un adolescente que presenta todos los siguientes síntomas:
1. Un mes seguido teniendo al menos 2 de los siguientes síntomas:
- delirios
- alucinaciones
- lenguaje o pensamiento desorganizado o incoherente
- comportamiento desorganizado o catatónico
- afecto plano, alta de voluntad para hacer cosas
2. Estos síntomas producen deterioro funcional importante a nivel social u ocupacional
3. El paciente lleva 6 meses (o menos si se ha tratado) con algún síntoma aunque no sean todos los mencionados arriba
4. No tiene depresión mayor ni enfermedad bipolar
5. No se trata de síntomas secundarios a un problema médico o por el efecto de una medicación o una droga de abuso.
Tratamiento de la psicosis en adolescentes
El tratamiento de la esquizofrenia en adolescentes se realiza generalmente en la consulta, aunque a veces es necesario el ingreso hospitalario. La medicación antipsicótica es eficaz no sólo en el tratamiento de los síntomas sino en evitar la progresión de la enfermedad. Debido a que la enfermedad produce un deterioro en la fase inicial diagnosticarla pronto y poner un tratamiento correcto a dosis eficaces puede evitar este deterioro.
Que pueden hacer los padres frente a la psicosis en su hijo adolescente
Si su hijo o hija adolescente presenta síntomas psicóticos (alucinaciones, delirios, desorganización del pensamiento o del comportamiento), los padres deben:
- Buscar ayuda médica urgente para encontrar la causa de estos síntomas que son graves.
- No culparse porque los síntomas no los han provocado ustedes (muchas veces los padres se culpan por exigirle buenas notas y buen comportamiento, etc. al adolescente).
- Informarse sobre un especialista en su área que tenga experiencia en evaluar y tratar a adolescentes con problemas psiquiátricos serios.
Los padres deben saber que a veces puede ser necesario un ingreso hospitalario. Si su médico recomienda este tratamiento hospitalario, apóyelo y acuda a las reuniones con los especialistas para ayudar al equipo de enfermeras, médicos y psicólogos que tratan a su hijo. Ellos intentarán que el ingreso sea lo más breve posible, pero a veces son necesarias varias semanas hasta que se consigue una estabilización.
Cuando su hijo esté sufriendo alucinaciones o delirios comprenda que es muy desagradable y apóyele procurando que esté en un ambiente seguro, pero no intente discutir con él sobre lo ilógico de sus delirios, no pierda energía, la necesitará para otras cosas.
Artículos relacionados
Los adolescentes y el alcohol
La mayoría de los problemas relacionados con el alcohol empiezan en la adolescencia, entre los 16 y los 30 años, por lo que es importante retrasar lo más posible...
La depresión en niños y adolescentes
La depresión es una enfermedad psiquiátrica bastante frecuente y seria en niños y adolescentes, pero comenzar a tratarla a tiempo puede ser de gran ayuda
Cómo hablar con un adolescente
Cómo conseguir llegar hasta el adolescente. Hablar con el adolescente y romper sus silencios. Tras su silencio se pueden esconder muchas veces la depresión o...
Cómo ayudar a los adolescentes
La incertidumbre que preside la vida de los adolescentes y su deseo de autonomía los alejan de los adultos. Los conducen a rechazar la ayuda de sus padres, aun...
Anorexia nerviosa en la adolescencia
La anorexia y la bulimia son enfermedades psiquiátricas del grupo de los trastornos de la conducta alimentaria que afectan del 1 al 4 por ciento de las mujeres...
25 abr 2018 03:55 Sabrina
Gracias muy orientativa
14 feb 2018 15:52 ulisesrom
Gracias por las orientaciones, es de mucha ayuda para comprender a nuestros semejantes y a nosotros mismos