Hipertiroidismo

El hipertiroidismo es el cuadro clínico que se deriva de un aumento de la actividad de la glándula tiroides. Las hormonas tiroideas (T4 y T3), cuya síntesis está regulada por la TSH secretada en la hipófisis, tienen como misión fundamental regular las reacciones metabólicas del organismo. El hipertiroidismo se caracteriza por la elevación de los niveles de hormonas tiroideas en sangre, lo que produce una aceleración generalizada de las funciones del organismo.

Dr. Francisco Javier Salvador Rodriguez Especialista en Endocrinología Director. Departamento de Endocrinología y Nutrición CLINICA UNIVERSIDAD DE NAVARRA

¿Qué es?

El hipertiroidismo es el cuadro clínico que se deriva de un aumento de la actividad de la glándula tiroides. Las hormonas tiroideas (T4 y T3), cuya síntesis está regulada por la TSH secretada en la hipófisis, tienen como misión fundamental regular las reacciones metabólicas del organismo. El hipertiroidismo se caracteriza por la elevación de los niveles de hormonas tiroideas en sangre, lo que produce una aceleración generalizada de las funciones del organismo. Es una enfermedad frecuente que afecta alrededor del 1% de la población siendo más frecuente en mujeres entre 30-40 años.

¿Cuáles son sus causas?

Existen diferentes tipos de hipertiroidismo. Casi todos se deben a un exceso de formación de hormonas tiroideas. Es por eso que, en la gran mayoría de ellos, el tamaño del tiroides se encuentra aumentado, es decir, además de hipertiroidismo existe bocio. El bocio se aprecia como un aumento del volumen de la región anterior del cuello. Los hipertiroidismos más frecuentes son los debidos a bociodifuso (enfermedad de Graves-Basedow) y a bocio nodular En el primer caso, la causa se relaciona con la presencia de anticuerpos estimuladores del tiroides que, además de estimular el tiroides para que produzca grandes cantidades de hormonas tiroideas, es más frecuente en personas jóvenes y puede dar lugar a la aparición de ojos saltones (exoftalmos) y a inflamación de las parte anterior de las piernas (mixedema). Este tipo particular se conoce con el nombre de enfermedad de Graves-Basedow y es la causa más frecuente de hipertiroidismo. Los bocios nodulares (por una razón que se desconoce, alguna zona del tiroides, empieza a producir una cantidad de hormonas mayor de lo normal) son de superficie rugosa y el hipertiroidismo en estos casos ocurre con más frecuencia en personas de edad avanzada. En otros casos el hipertiroidismo se debe a la inflamación de la glándula, que puede ser muy dolorosa, y da lugar a la suelta de hormonas tiroideas debido a la rotura de las células que las contienen. Estos procesos se llaman tiroiditis, se creen causados por una infección viral y suelen acompañarse de fiebre y malestar general. La toma de pastillas de hormona tiroidea puede ser también causa de hipertiroidismo.

¿Cuáles son sus síntomas?

Los síntomas se deben a la aceleración de las funciones del organismo. El nerviosismo excesivo, insomnio, palpitaciones, cansancio inexplicable, sudoración fácil, mala tolerancia al calor, temblor de manos, pérdida de peso a pesar de coexistir con apetito aumentado y diarreas son manifestaciones clásicas de hipertiroidismo. En las mujeres se producen alteraciones menstruales. En las personas ancianas puede ocurrir el llamado hipertiroidismo apático, en el que los síntomas se encuentran muy atenuados y a veces sólo se manifiesta por trastornos del ritmo cardiaco. Cuando se asocian ojos saltones la probabilidad de que se trate de una enfermedad de Graves-Basedow es muy elevada. Si el bocio alcanza un gran tamaño puede producir síntomas de compresión en el cuello como sensación de presión, dificultad para tragar alimentos o afonía.

¿Quién puede padecerlo?

En principio puede presentarse a cualquier edad. Al igual que el resto de enfermedades del tiroides, es más frecuente entre el sexo femenino. Los niños recién nacidos de madres con enfermedad de Graves-Basedow pueden presentar hipertiroidismo transitorio por paso transplacentario de anticuerpos.

¿Cómo se diagnostica?

La aparición de los síntomas clásicos junto a la aparición de bocio crea la sospecha diagnóstica que se confirma con la determinación de hormonas tiroideas (T4 y T3) en sangre que deben estar elevadas. En raros casos sólo se aumenta el nivel de T3. La concentración de TSH está muy disminuida, incluso por debajo del límite de detección. Cuando existe sospecha de enfermedad de Graves/Basedow se observan anticuerpos (antitiroglobulina, antimicrosomales, TSI) positivos. La realización de una gammagrafia tiroidea puede ayudar a esclarecer el tipo y la función del bocio y, así, encuadrar mejor el tipo de hipertiroidismo. En ocasiones es necesario hacer una ecografía tiroidea para valorar la posible nodularidad.

¿Cuál es el tratamiento?

Una vez se diagnostica el hipertiroidismo, se debe instaurar tratamiento medicamentoso con antitiroideos por vía oral (carbimazol, metimazol, propiltiouracilo), que inhiben la formación de hormonas tiroideas y conseguirán mejorar los síntomas en un plazo de 7-15 días. En casos de enfermedad de Graves-Basedow se puede intentar un tratamiento prolongado durante uno o dos años con fármacos antitiroideos, administrados de forma exclusiva o en combinación con tiroxina (para evitar que se produzca hipotiroidismo). En el periodo de tratamiento es necesario realizar revisiones cada 3-4 meses en las que se deben vigilar posibles efectos secundarios de los antitiroideos como son las reacciones cutáneas y excepcionalmente la disminución de glóbulos blancos o agranulocitosis. Tras ese período, cerca del 40 por ciento de casos remiten definitivamente, mientras que el resto recidiva. Tanto en esta situación como en los bocios nodulares causantes de hipertiroidismo es necesario aplicar un tratamiento definitivo. Si el bocio es de gran tamaño, produce síntomas compresivos o se acompaña de alteraciones oculares propias de la enfermedad de Graves-Basedow se encuentra indicado el tratamiento quirúrgico. Consiste en quitar una parte del tiroides para así dejar una glándula más pequeña que produzca menos hormonas. Hoy en día los resultados son muy buenos, si bien la afectación del nervio recurrente que da lugar a afonía o el daño de las glándulas paratiroides, que produce disminución del calcio en la sangre, son posibles pero infrecuentes complicaciones de la cirugía. Si el bocioes de pequeño tamaño o existe riesgo quirúrgico alto, puede administrarse por vía oral una dosis de yodo radioactivo que hará efecto en 1-2 meses. Esta opción tiene el inconveniente de causar con frecuencia hipotiroidismo y de favorecer con más frecuencia que la cirugía el deterioro de las alteraciones oculares en la enfermedad de Graves-Basedow. En el caso de que el hipertiroidismo se produzca en el embarazo, puede tratarse con medicamentos, si bien deben utilizarse aquellos que crucen en la menor medida posible la barrera feto-placentaria (Propiltiouracilo). En tal circunstancia se encuentra contraindicado el tratamiento con yodo radioactivo. Tanto la cirugía como el yodo radioactivo pueden producir hipotiroidismo, que debe tratarse de por vida con comprimidos de tiroxina. El ajuste de la dosis es sencillo y en estado de compensación la condición no supone limitación alguna. El tratamiento de la oftalmopatía (exoftalmos) se basa en mantener un buen control de la función tiroidea y evitar el consumo de tabaco, siendo necesario valorar el tratamiento con derivados de cortisona o cirugía orbitaria en el caso de que se produzca una afectación intensa y progresiva.

¿Cuál es el pronóstico?

Los casos de enfermedad de Graves-Basedow pueden tener una evolución oscilante con remisiones temporales si no se tratan. No obstante, cualquier tipo de hipertiroidismo sin tratamiento puede desembocar en una situación aguda llamada crisis tireotóxica que se caracteriza por deshidratación, taquicardia o arritmia cardiaca severa, insuficiencia cardiaca, obnubilación y afectación del estado de conciencia. Eventualmente puede ser mortal por lo que requiere tratamiento urgente. No obstante, con las pautas de tratamiento habituales el hipertiroidismo es una enfermedad fácilmente controlable y curable.

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