Reconstrucción mamaria

Llevadas a cabo por cirujanos plásticos, las reconstrucciones mamarias se efectúan mediante dos tipos de procedimientos: colocación de un implante o empleo de otros tejidos de la propia paciente, llamados colgajos.

¿Qué es?

La reconstrucción de la mama puede realizarse inmediatamente después de la mastectomía o como un procedimiento diferido tras un intervalo de tiempo. Para muchas pacientes con cáncer de mama, enfrentarse de manera simultánea al proceso oncológico y a la pérdida de la mama supone un trauma psicológico. Por ese motivo, la reconstrucción inmediata puede resultar muy beneficiosa desde el punto de vista psicológico para estas pacientes. Llevadas a cabo por cirujanos plásticos, las reconstrucciones mamarias se efectúan mediante dos tipos de procedimientos: colocación de un implante o empleo de otros tejidos de la propia paciente, llamados colgajos.

¿Cómo es la intervención?

En la reconstrucción con implante,el cirujano introduce una bolsa vacía que posteriormente va insuflando de líquido. Transcurrido el proceso de insuflación se procede a la colocación de la prótesis definitiva para volver a dar forma al seno. Para insertar el implante debajo del pecho se realiza una pequeña incisión, a menudo aprovechando la cicatriz de la mastectomía. La intervención se realiza con anestesia general y la estancia hospitalaria posterior oscila entre las 24 y las 72 horas. Por su parte, la recuperación completa requiere un periodo de 3 a 6 semanas. Después, existe la posibilidad de efectuar una nueva operación para reconstruir también el pezón y la areola o para igualar el seno reconstruido y el sano. El otro método consiste en la reconstrucción con colgajo, para la que se emplea tejido de la propia paciente. La técnica más habitual, que utiliza tejido del abdomen, se denomina reconstrucción mediante colgajo DIEP. Realizada bajo anestesia general, la operación implica una estancia hospitalaria de entre 4  y 7 días. Además, existe una nueva técnica que reconstruye la mama mediante el trasplante de colgajo TMG (tejido vascularizado) de piel, grasa y músculo gracilis, extraído del muslo de la propia paciente. Se trata de una intervención especialmente indicada para mujeres muy delgadas a las que se ha practicado una mastectomía, cuya delgadez no permite la reconstrucción con tejido abdominal. Frente a las reconstrucciones con implante, las técnicas que emplean el colgajo ofrecen las siguientes ventajas: la mama tiene un aspecto más natural y varía de volumen si la paciente engorda o adelgaza, no requiere de cambios periódicos, presenta menor riesgo de rechazo al ser tejido de la propia paciente y tolera bien la radioterapia si hubiera de administrarse. En ocasiones, se realizan técnicas de simetrización en la mama sana para conseguir mayor naturalidad en la reconstrucción.

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