Huevos irrompibles: experimento para niños

Experimento casero para hacer con niños

Con este experimento casero para niños podrás explicar muchas cosas. ¿Es posible poner un tiesto con planta sobre unas cáscaras de huevo y que las frágiles cáscaras soporten el peso de la planta sin romperse? Este experimento muestra como es posible poner peso sobre estas cáscaras de huevo sin que se rompan.

Huevos irrompibles: experimento para niños

¿Qué necesitas?

  • Huevos duros
  • Celo
  • Un cuchillo para cortar
  • Algo de peso, por ejemplo un libro, una maceta, un ladrillo...

¿Qué hay que hacer?

1. Cuece algunos huevos para que estén duros y enfríalos con agua fría.

2. Pega un trozo de celo en el medio de los huevos. Corta con mucho cuidado los huevos por la mitad con un cuchillo muy afilado. El celo sirve para que la cáscara no se descascarille mucho por donde va el corte.

experimento infantil de huevos irrompibles 1

3. Quita el celo con mucha suavidad. Ahora toca comerse los huevos ¡buen provecho! O bien guárdalos en la nevera para comerlos más tarde.

4. Pon las medias cáscaras de huevo vacías sobre una mesa con la apertura hacia abajo. Puedes poner encima un tiesto con planta, un libro, una piedra o lo que quieras pero algo que pese. ¡Verás que las cáscaras no se rompen!

experimento infantil de huevos irrompibles 2

¿Cómo ocurre?

Los huevos son más fuertes de lo que pensamos aunque si dejamos caer un huevo crudo al suelo se rompe en el acto. Pero dale a tu hijo un huevo y que lo sostenga entre el pulgar y el índice y que intente romperlo. No lo conseguirá por mucho que apriete. Sólo algunos adultos con mucha fuerza en los dedos lo consiguen. El tiesto con planta tampoco puede romper las cáscaras. El secreto reside en la estructura del huevo. A pesar de que la cáscara es muy fina con menos de un milímetro y estar formada por material calcáreo, está hecha de una forma ingeniosa. Una presión sobre la punta se reparte por todas partes.

¿Por qué ocurre esto?

Las primeras gallinas vivían en Asia. Hace más de 5000 años que los chinos tienen huevos. En Europa, los romanos fueron los primeros en criar gallinas hace ya unos 2500 años. Hoy en día, en Alemania hay unos 60 millones de las cuales el 80% están en criaderos de gallinas ponedoras a decir verdad. En estos lugares, cada gallina está en un espacio de la talla de apenas una hoja A4.

Una gallina puede poner aproximadamente 290 huevos al día. En el centro de un huevo de gallina está la yema (la parte amarilla). Está compuesta de una sola célula. De hecho, la yema de los huevos es la célula biológica más grande que existe. La clara (la parte blanca) está formada sobre todo de agua y de aproximadamente el 10% de nutrientes con proteína. La cáscara es espesa, de entre 0,2 a 0,4 milímetros y está compuesta al 90% de caliza. El huevo es ovalado para que la gallina lo pueda poner con más facilidad y luego incubar sin aplastarlo.

Es por la forma ovalada por la que el huevo es tan robusto. Puede aguantar un peso de entre 4 y 6 kilogramos sobre su eje longitudinal, ya que la forma ovalada reparte el peso de manera homogénea sobre toda la superficie. Las bóvedas utilizan también esta repartición óptima del peso.

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