Encender el televisor reflejado en un espejo: experimento para niños

El televisor reflejado en un espejo es un experimento muy divertido para hacer con los niños en casa. Explica a tus hijos conceptos sencillos de electrónica con este experimento casero.

¿Sabías que podemos difractar la luz infrarroja con un espejo para conseguir utilizar un mando a distancia desde cualquier lugar de una habitación o desde otra estancia? Con este experimento, tu hijo puede descubrir la luz infrarroja, los rayos UV y los reflejos, además podrá realizar él mismo un experimento divertido.

¿Para que sirve este experimento de televisor espejo? Realízalo y déjate sorprender con lo que aprenderás sobre la luz, los infrarrojos y los ángulos.

¿Qué necesitas?

• Un mando a distancia con infrarrojos
• Un televisor
• Un espejo
• Un asistente

¿Qué hay que hacer?

Encienda el televisor en modo stand-by. Normalmente podrás comprobar que está en este modo por una lucecita que se enciende, normalmente es una luz roja.

Tu hijo se va al pasillo o a la entrada con un espejo y se tiene que poner en un sito desde donde tú puedas ver la tele reflejada en el espejo.

Ahora puedes apuntar el mando a distancia hacia el reflejo de la tele en el espejo y aprieta sobre la tecla ON. ¡Cuidado! No te quedes entre la tele y el espejo.

¿Qué ocurre?

¡El televisor se enciende! También puedes utilizar el mando desde cualquier otra habitación.

¿Por qué ocurre esto?

El mando a distancia emite luz. Para ser exactos, emite luz infrarroja. Esta luz se refleja a través del espejo. Como la luz no da en el espejo con un ángulo de 90 grados, la luz no se refleja pero es enviada sobre el televisor, siguiendo el mismo ángulo con el que llega al espejo.

El ojo humano no ve la luz del mando a distancia. Solamente vemos parte de la luz, del rojo al violeta pasando por el naranja, el amarillo, el verde, el azul y el añil. Además de estos colores, también está la luz infrarroja que enciende el televisor y la luz ultravioleta (UV). Algunos animales sí pueden ver la luz UV. Es la que, por ejemplo, ayuda los pájaros a distinguir entre los frutos maduros o verdes, ya que sus ojos ven los frutos maduros más oscuros. Lo que nos permite distinguir los colores son unas células minúsculas en forma de cono que están en la retina. En el ojo humano hay tres tipos diferentes de cono. En algunos animales, existe un cuarto tipo de cono que permite ver la luz ultravioleta.