Pañales, ¿hasta cuándo?

Parece que van a estar así toda la vida, pero no hay que alarmarse; todos, al final, dejan de utilizar los pañales. No hay ninguna fórmula mágica para lograr el éxito de inmediato, pero sí hay muchas formas de intentarlo: con razonamientos, estímulos y hasta con premios.

En cualquier caso, antes de que el niño cumpla los 2 años no se lo plantea nadie, de acuerdo con el pediatra Ricardo Escorihuela. Según este especialista, a esa edad no todos los niños alcanzan la misma maduración neurológica “y no tienen la misma dosis de comprensión y de imitación”, indica. A partir de los dos años los padres ya empiezan a planteárselo. Es una edad que generalmente coincide con la de ir a la guardería; hay más presión social, se compara al niño con otros que a su misma edad ya lo han dejado y, además, están los padres que presumen de que sus hijos ya no usan pañales…“Hay que explicárselo en un lenguaje muy claro, aunque no es fácil que lo entiendan, al tiempo que se acompaña de estímulos positivos y, desde luego, nunca regañándolos. Ir poco a poco sentándolos en el orinal para que se vayan acostumbrando, pero sin perder la paciencia. Es muy fácil que después de estar media hora en el orinal, sin hacer nada, le pongamos el pañal y lo haga. Puede ocurrir, y no hay que desesperarse”, dice el especialista. Cuando se le siente en el orinal, se puede echar mano de ciertos estímulos, como abrir el grifo, animarle diciéndole que ya es mayor, que lo puede hacer solo… Existen también unos dispositivos para colocar en la taza del water. Su objetivo es que el niño se encuentre cómodo mientras lo intenta, o hace pis, sin tener que hacer equilibrios para no caerse dentro. Afortunadamente, los pañales de ahora impiden que el niño esté mojado. Y con ello se evitan los eczemas y hasta las infecciones. Por lo general, los pañales se cambian tres veces al día. La mayoría de las veces y de forma casi inesperada, sin que nadie les diga nada, los niños deciden utilizar la taza para ir al baño, imitando a un adulto...

¿Y por las noches?

Si de día ya es difícil controlar el pis, por la noche es más complicado. “Se considera normal que un niño siga haciéndose pis en la cama hasta los 5 años”, advierte el doctor Escorihuela. Tampoco aquí hay fórmulas mágicas: se recomienda que no tomen mucho líquido a partir de las 6 de la tarde, orinar antes de irse a la cama y despertarle una o dos veces durante la noche para llevarle hasta el cuarto de baño, “pero no hay que alarmarse ni hacer un drama si el proceso es largo. Hay que ser positivo, y premiar al niño por cada noche seca”, añade este especialista.

Lo pasan mal

Los niños también lo pasan mal cuando mojan la cama, no es algo que les agrade, ni siquiera que les sea indiferente. Les preocupa no poder controlarse y la mayoría de las veces no se atreven a quedarse a dormir en casa de un amigo por temor a lo inevitable.

Causa orgánica

Los riñones producen constantemente orina que llega, a través de dos largos tubos (uréteres), hasta la vejiga. Aquí se almacena y, gracias a que los músculos que rodean el cuello de la vejiga (esfínteres) están contraídos, la orina no sale. Estos músculos se contraen a voluntad, pero el niño pequeño no sabe hacerlo. Cuando la vejiga está llena, el “mensaje” llega hasta el cerebro; en ese momento la persona tiene conciencia de que le urge orinar y, cuando toma la decisión de hacerlo, los músculos se relajan y dejan que la orina salga hacia fuera a través de la uretra. El proceso de contener y liberar la orina a voluntad puede ser para un niño un proceso más complicado que el de andar. Si ya le resulta difícil cuando todo va bien, cuando hay una interferencia o anomalía, necesita la ayuda médica. Se considera que es normal que los niños no controlen la orina durante los 2 ó 3 primeros años de vida. Si no lo hace a partir de esa edad, puede haber problemas orgánicos, “porque los músculos y los nervios de las vías urinarias no han madurado lo suficiente, porque hay una infección, como puede ser la cistitis, o porque están obstruidas las vías urinarias debido a un estrechamiento de la uretra o de la vejiga”, señala el doctor Escorihuela. En algunos casos, como en los niños con diabetes, las ganas de hacer pis son más frecuentes (como consecuencia de una concentración elevada de glucosa en la sangre), por lo que hay que tener más paciencia con ellos. No hay que olvidar que también puede haber un problema psicológico o trastornos del sueño, como sonambulismo, terror nocturno… “A veces el niño vuelve a mojar la cama después de haber dejado de hacerlo. Puede deberse a un acontecimiento o una enfermedad que le ha causado estrés, o quizá a que tiene una infección”.

Qué es la enuresis

Se considera que un niño padece enuresis (mojar la cama) cuando tiene edad suficiente para poder controlar sus esfínteres, pero orina de forma accidental y repetida durante el sueño. Un 30% de los niños sigue mojando la cama a los 4 años, el 10% a los 6 años y el 3% a los 12 años. Es más frecuente en niños que en niñas, y suele estar causado por una lenta maduración, aunque a veces se acompaña de trastornos del sueño. En el 15% de los niños mayores de 6 años, el problema desaparece sin más, pero si no es así, se pueden intentar varios tratamientos: · Asesoramiento con terapia de comportamiento, tanto del niño como de los padres. · Alarmas que se disparan con una gotas de orina. Suelen ser económicas y fáciles de instalar. Curan el trastorno en el 70% de los casos. · En ocasiones especiales, con fármacos. Se trata de antidepresivos que relajan la vejiga y tensan el esfínter que bloquea el flujo de orina. Carmen Salvador.

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