Pastor Alemán: el perro multiusos
Pastor Alemán: el perro multiusos
El Pastor Alemán es capaz de desempeñar perfectamente la función de perro de compañía, guardián, de protección, de servicio y de pastoreo. ¿Alguien da más?
Los orígenes de la raza (probablemente hoy la más conocida del mundo) son un tanto difusos. Son muchos los que defienden que el Pastor Alemán desciende a partir de cruces entre el lobo salvaje y perros pastores. Otros creen que la raza proviene del antiguo perro de la edad de bronce, originario de Asia. En cualquier caso, el Pastor Alemán que conocemos es fruto de una cuidadosa selección de criadores alemanes, a finales del siglo XIX. Ante todo, el Pastor Alemán es un perro versátil que demuestra un gran equilibrio, inteligencia, valor, obediencia y fidelidad absoluta. Su capacidad innata para el aprendizaje ha hecho que estos perros se incorporen en infinidad de servicios, y la mayoría de los perros que utiliza la policía son Pastores Alemanes. Además, son unos excelentes perros de compañía. Obedientes y fáciles de entrenar, tienen una predisposición natural a la compañía humana y a la vida familiar. Su sensibilidad es especial con los más pequeños de la casa. Estos animales son muy queridos en casa, especialmente para aquellos dueños y familias que estén preparados para proporcionarles la estimulación física y mental necesarias que requiere la inteligencia de este polivalente perro.
Cuidados
En el Pastor Alemán, el cuidado del pelaje debe ser diario y aplicarse mediante un cepillo metálico. A su vez, la tendencia de algunos de estos animales a la forunculosis hace que debamos prestarle especial atención a la zona del ano y limpiarla. Es aconsejable hacerlo con jabón o con solución antiséptica, con el fin de evitar la difusión de algunos gérmenes hacia otras partes del cuerpo.
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