Bulldog Francés: al calor del hogar
Bulldog Francés: al calor del hogar
Estos perritos destacan por ser muy caseros, cariñosos y algo vagos.
Perrito familiar, casero y muy paciente con los niños. La carta de presentación del Bulldog Francés es intachable y sólo se empaña ligeramente a causa de su temperamento, en ocasiones un poco terco. Su instinto de protección está bastante desarrollado, por lo que es necesario pararle los pies a base de adiestramiento si se vuelve posesivo o excesivamente protector, porque puede volverse celoso. De todos modos, no hay motivos para preocuparse, pues una correcta educación desde cachorro hará de él un compañero dócil, capaz de adaptarse a cualquier situación. Su tamaño manejable, unido a su carácter en ocasiones algo perezoso, son cualidades ideales para un perro de compañía, aunque habrá que intentar estimularles con juegos de forma que hagan algo de ejercicio y no sufran de obesidad. La popularidad de estos perros está en pleno auge, y cada vez vemos más ejemplares de Bulldog Francés por nuestras calles. Razones, no faltan.
Cuidados
Como hemos dicho, su carácter un tanto vago les hace propensos a engordar con facilidad. Deberemos intentar estimularlos para cuidar de su salud. Por ejemplo, podemos acostumbrarlos a jugar con la pelota y premiarle cuando nos la traiga para volver a lanzársela. Lo cierto es que su pelaje, al igual que el del Bóxer, no requiere demasiados cuidados; bastara con un cepillado ocasional con un cepillo de cerdas duras y un baño cuando sea necesario.
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