Cómo ayudar a los niños a resolver los conflictos con sus amigos

Cuando los niños se pelean con sus amigos

¿Vuestro hijo o vuestra hija se ha peleado con su mejor amigo o amiga o con sus compañeros? Averiguad lo que siente y ayudadle a encontrar una solución para que pueda resolver el conflicto de forma autónoma. Pero, si los problemas persisten o provocan sufrimiento, debéis intervenir. Valérie Giaccone-Marcesche, psiquiatra infantil, os ofrece algunos consejos.

Resolver conflictos con los amigos: ¿cómo se puede solucionar el problema?

Conflictos de los niños con sus amigos

Todos los niños tienen que hacer frente en algún momento a una pelea con un amigo. Y si es con su mejor amigo o su mejor amiga, el asunto es aún más grave. En cualquier caso, debemos tranquilizarlo. Primero, haciéndole ver que las cosas no son definitivas, que no se ha roto el vínculo, que es solo una tormenta pasajera. Luego hay que explicarle que, si quiere, puede hacer algo para solucionar el problema: proponer un juego a su amigo, escribirle una carta, hablar con él... Muchas veces los niños no saben qué hacer para relanzar una relación. Pero los adultos podemos darles pistas.

Intervenir cuando los niños sufren

A veces, el niño tiene problemas sistemáticamente con un amigo. En ese caso, los padres tienen que observar esa relación (invitando al amigo a casa, hablando con la profesora) e intentar comprender lo que pasa entre los dos niños. ¿Por qué se han elegido? ¿Qué obtiene cada uno de la relación? ¿Hay un dominante y un dominado? En todos los casos, podemos explicar al niño que una relación de amistad nunca debe provocar sufrimiento, al contrario, debe hacerle feliz y darle ocasión de disfrutar de las cualidades del otro. Si vemos que el niño sufre, debemos intervenir.

Identificar las dificultades

Algunos niños se las apañan para pelearse con todo el mundo sin parar. Suelen ser niños a los que les falta habilidad social: les cuesta reconocer sus emociones y las de los demás y, en consecuencia, tienen problemas de adaptación. Les falta seguridad verbal o habilidad física para crear un vínculo con los demás. Podemos intentar identificar las dificultades de nuestro hijo y acompañarlo para que progrese invitando a sus amigos a casa, enseñándole a llamar por teléfono o a escribir postales durante las vacaciones... Si los problemas persisten, hay que pedir ayuda a un psicólogo o a un psiquiatra infantil.

Entrevista de Sophie Coucharrière a Valérie Giaccone-Marcesche.

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