El problema de premiar a los niños por las buenas notas y castigar por las malas

Por qué es un error el sistema de premios y castigos para las notas escolares

Las notas de fin de curso generan muchas expectativas entre los padres y también entre los niños. Los padres esperan ver buenas calificaciones o al menos, esperan no ver suspensos; y los niños, esperan recibir premios por las buenas notas o, al menos, no recibir un sermón y castigo por las malas notas.

Pero, ¿es así cómo debemos gestionar las notas? ¿Se debe premiar a los niños por las buenas notas y castigar por las malas? De entrada te adelantamos que los pedagogos y psicólogos creen que esto es un error. Conoce por qué.

Ver +: Premios y castigos para los niños, ni mucho ni poco

El problema de premiar a los niños por las buenas notas y castigar por las malas

El problema de premiar a los niños por las buenas notas

¿Has premiado alguna vez a tus hijos por las buenas notas?, ¿han obtenido un viaje a Disney, un iPad, un móvil o cualquier otro objeto material? Y, en caso de haber obtenido malas calificaciones, ¿les has castigado sin videoconsola, vacaciones, televisión o salidas con amigos? Es una práctica muy común entre muchas familias, de hecho, si preguntas entre tus conocidos, verás que es más que frecuente obtener regalos materiales ante los buenos resultados. Pero, ¿es adecuada esta práctica?

La mayor parte de psicólogos y pedagogos no son partidarios del sistema de premios y castigos ante un resultado académico determinado. La razón que veremos con detalle más adelante es sencilla: los niños no deben tener como objetivo la recompensa, sino la satisfacción de haberlo hecho bien y haber aprendido.

El mayor problema con estos sistemas de premios además es que si das una recompensa por cierto comportamiento, en este caso sacar buenas notas, y luego la retiras o no la vuelves a dar, es equivalente a un castigo. Nos acostumbramos rápidamente a los regalos, pero no a no obtenerlos más adelante. Estamos generando la necesidad en los niños de recibir regalos por las buenas notas. 

Además, estamos asentando la semilla en los niños de que deben sacar buenas calificaciones para obtener un regalo. Sin embargo, deben aprobar y esforzarse porque es su labor en esta etapa de la vida, además de aprender porque será fundamental para su futuro.  De hecho, los niños que son muy inteligentes intuyen que recibir un pago por las calificaciones puede no ser el mejor enfoque para el aprendizaje.

Incluso, podemos estar creando una ansiedad innecesaria a los niños que no pueden sacar mejores calificaciones y que se esfuerzan en hacerlo lo mejor posible. No todos los niños sacan sobresalientes incluso habiéndolo intentado.

El problema de castigar a los niños por las malas notas

No debemos "comprar las notas" porque además podemos estar creando la idea en los pequeños de que les queremos más cuando sacan buenas notas, y les queremos menos cuando sacan malas calificaciones. 

Convertir las notas en premios o castigos puede transmitir el mensaje de que los padres otorgan la recompensa del amor a cambio del éxito de sus hijos y retiran ese amor como castigo por los fracasos.

Los castigos ante las malas notas pueden además generar miedo al fracaso, baja autoestima, depresión, ansiedad, resentimiento, ira e incluso rechazo hacia los padres. 

Si bien es cierto que no somos máquinas sino humanos, y nos sentimos orgullosos y felices por los éxitos de nuestros hijos y decepcionados ante los fracasos, debemos tener cuidado con los mensajes que les transmitimos si queremos que sigan sacando buenas notas por el simple hecho del placer de haberlo hecho bien, o que mejoren en sus calificaciones para aprender y poder avanzar y, sobre todo, para sentirse bien consigo mismos.

Cuando exigimos a los niños más de lo que son capaces puede que generemos ansiedad. Deberíamos enfocarnos en que nuestros hijos sepan que su valor como persona no tiene nada que ver con las notas que sacan en la escuela.

Más que una charla o un sermón culpando al niño por las malas notas, es muy beneficioso el refuerzo positivo. Es importante analizar con él las asignaturas en las que ha fallado, ver por qué, que el niño vea por qué y, a partir de ese momento, lanzar mensajes positivos: "verás como la siguiente evaluación todo va a mejorar", "te voy a ayudar a mejorar", "tu puedes hacerlo", "vas a lograrlo".  

Ver +: ¿Se debe castigar a los niños?

En lugar de regalar y premiar las calificación altas o enfurecerse por una baja, es más productivo enfocarse en charlar con nuestros hijos sobre lo que hizo para obtener esa nota. ¿Has trabajado mucho o podrías hacer algo más?, ¿te hace sentir feliz haber sacado una buena nota?, ¿qué podrías hacer diferente la próxima vez? ¿qué necesitas cambiar?

No siempre podremos eliminar de nuestras charlas con los hijos todos los rastros de juicio o comentarios fuera de lugar pero al menos, podemos intentar hacerlo cada vez mejor para lograr que las calificaciones no determinen lo que sentimos o pensamos sobre ellos.

Podemos cambiar el sistema de recompensas económico por un sistema basado en el refuerzo. Sin embargo, algunas recompensas pueden ser positivas sin nos aseguramos que: 

  • ser usado con moderación
  • son fáciles de asignar
  • solo se otorgará por esfuerzo adicional (por ejemplo, una tarea adicional) y no por las obligaciones (por ejemplo, tarea)
  • responder inmediatamente al comportamiento deseado
  • son realmente atractivos para el niño
  • se pueden quitar fácilmente de nuevo

Algunos ejemplos: pueden elegir una película para ver juntos en el cine, escoger su comida favorita y celebrar una comida familiar, escoger un plan para hacer juntos...

Conclusión

Si hacemos algo con placer y voluntariamente y luego somos recompensados ??materialmente por ello, es posible que la motivación interna disminuya. Si la recompensa desaparece, la motivación decae. 

Otra razón por la que no debemos dar dinero o premios materiales a nuestros hijos por buenas calificaciones es que quizás nuestros hijos no sean estudiantes de sobresaliente. Algunos niños no lo son. Su talento no radica en lo académico.

Por otro lado, el castigo por las malas notas puede hacer creer al niño que le queremos menos. Debemos además evitar los mensajes negativos: "eres un torpe", "eres vago", "no te enteras de nada". Una vez que asuman esa etiqueta, ¿para qué van a esforzarse en mejorar? Esto no significa que no haya que tomar cartas en el asunto, pero siempre, según los expertos, desde el refuerzo positivo ofreciendo alternativas para mejorar su motivación y su método de estudio.

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Comentarios (1)

29 mar 2023 13:56 Carmen

Me parece fabuloso, todo lo que dicen los Psicólogos. Tengo la suerte que me han educado así.