El coche de bomberos ligeramente defectuoso. Álbum ilustrado infantil

De niños, todos hemos imaginado aventuras en mundos fantásticos que podían estar debajo de la tierra, por encima de las nubes o tras una entrada secreta. De mayores, la mayoría dejamos de fantasear con ellos; pero nos quedan los sueños que, de vez en cuando, nos regalan un viaje a mundos imaginarios.

Este libro, escrito e ilustrada por Donald Barthelme, narra la incursión de una niña, Mathilda, en uno de estos mundos surreales. Una aventura que sucede en el jardín de su casa, pero que bien podría ocurrir en la mente dormida de cualquiera de nosotros.

Un sueño de los buenos

-¿Qué es una aventura? -preguntó Mathilda.

-Una aventura es algo que no te esperabas -dijo el geniecillo-, algo que te sorprende, te gusta y te asusta, todo a la vez.

-Como un sueño de los buenos â?"dijo Mathilda.

Esto es lo cuenta este libro, una aventura que posee todas las características de un sueño de los buenos: saltos en el espacio, piruetas en el tiempo, rupturas de la lógica y personajes extravagantes.

Todo empieza cuando una mañana Mathilda sale al jardín esperando encontrar un camión de bomberos. En vez de eso halla una misteriosa casa china de apenas dos metros de altura. Penetra en ella y va conociendo a los personajes que la habitan: un hacedor de lluvia, un pirataprisionero, un vendedor de gatos, un hombre orquesta y un geniecillo que ejerce labores de guía. De su mano, Mathilda asiste a una fiesta con bailarines malabaristas y payasos, a una cena de gala y al espectáculo estrella de la casa: un elefante tirándose cabeza abajo por una colina.

"Para ser una misteriosa casa china tan pequeña, esta pagoda tiene de todo", dice Mathilda. En efecto, tiene de todo... menos un coche de bomberos. ¿O quizá sí?

Las ilustraciones acentúan el tono surrealista del relato. Son anuncios publicitarios que parecen sacados de un periódico decimonónico, elaborados con collages de figuras y grabados extraídos de libros victorianos, técnica ésta muy del agrado de los primeros surrealistas. Recuérdese Une semaine de bonté, de Max Ernst, compuesto por collages que utilizan como materia prima ilustraciones de novelas folletinescas del siglo XIX.

Por la originalidad de su contenido y de su forma, este libro obtuvo el National Book Award, uno de los premios literarios más prestigiosos de Estados Unidos.

Datos prácticos