El zorrito perdido. Libro para niños

Una historia de adopción

Desde que se publicó en 1982, El zorrito perdido lleva vendidos más de un millón de ejemplares, lo que da fe de la aceptación que ha encontrado entre los niños. Su autora, Irina Korschunow, es una de las escritoras de libros infantiles más conocidas de Alemania, autora también de otras obras publicadas en España, como Pelusoo El dragón de Jano.

El subtítulo de la obra: "La historia del pequeño zorro que encontró una madre", deja claro que el tema de la obra es la adopción. Un asunto tratado con tal ternura que el lector se siente conmovido desde las primeras páginas.

Un zorrito huérfano

Camino de su madriguera, una zorra oye unos gemidos procedentes de unos matorrales. Su primera intención es ignorarlos, sus crías la está esperando. Pero los sollozos la conmueven y entra en los matorrales: quien solloza es un zorrito perdido. Decide consolarlo, pero sólo un poquito: cuando el zorrito intenta mamar se lo impide, sus cachorros necesitan la leche. Sin embargo, se compadece de nuevo. Le da de mamar y le da calor.

Tras quedarse dormido, la zorra se levanta para marcharse, ya ha hecho suficiente por él. Al mirarlo por última vez, tan indefenso, se da cuenta de que no puede dejarlo solo y toma la firme decisión de llevárselo a su madriguera.

Su determinación se ve sometida a dos pruebas, la persecución del perro de un cazador y el enfrentamiento con un tejón que quiere comerse al cachorro. Ambas las supera, como lucha por su nuevo hijo se siente más fuerte que nunca y logra llegar a la madriguera.

Al día siguiente, una vecina se burla de ella por haber adoptado a una cría cuando ya tiene tres. "¿Saldrás a cazar para alimentar a una cría que no es tuya?", le dice. Cuando le pide que le enseñe al zorrito, la mamá zorra se da cuenta de que no logra distinguirlo entre sus crías. El zorrito perdido ya es un hijo más.

Ésta es la historia que nos cuenta Irina Korschunow. Es de admirar la sensibilidad y la sencillez con que consigue mostrar toda la gama de sentimientos que van desde la indiferencia inicial a la entrega total. No es de extrañar que en Suecia el libro se use como punto de partida en las reflexiones con las parejas que desean adoptar niños.

Las realistas ilustraciones de Reinhard Michl refuerzan la ternura de la historia: un cachorro para inspirar ternura sólo necesita ser retratado con realismo.