Inés del revés. Cuento ilustrado para niños

Una hija con espíritu de contradicción y una madre con espíritu de conciliación

La verdad no es muy divertida: siempre es igual. La mentira, en cambio, es más creativa, permite contar un hecho cada vez de una forma diferente y, además, mejorándolo. Por eso muchos niños fantasiosos no se llevan demasiado bien con la verdad.

Si a esto se une ese espíritu de contradicción con el que los niños tratan de afirmar su identidad, el resultado son días verdaderamente torcidos durante los cuales los pequeños no sólo se empeñan en contradecir a sus padres, sino también a la realidad. Este libro narra uno de esos días torcidos en la vida de una niña: Inés.

Un día al revés

Inés es una ratoncita que una mañana se levanta con ganas de hacerlo todo al revés. Se pone el zapato derecho en el pie izquierdo y el izquierdo en el pie derecho, monta en bicicleta de espaldas, lee un libro al revés, hace volar la cometa por el suelo...

Su madre, que debe ser discípula de Gandhi, aguanta y aguanta. En vez de desesperarse, afronta la situación con humor, cariño y comprensión. Tiene un as en la manga y lo utiliza a la hora de ir a la cama. Acuesta a su hija al revés, con los pies en la almohada, luego descorre las cortinas, enciende la luz y, tras desearle buenos días, le da un beso en los pies. Este alarde de complicidad e imaginación descoloca a Inés y todo acaba con un ataque de risa y un beso enorme.

Así de sencilla es la historia que narra este libro, no olvidemos que está dirigida a prelectores y primeros lectores. A muchos de ellos el cuento les proporciona un sutil regocijo, ese inefable placer que a los pequeños les producen los cuentos con los que se sienten identificados no sólo en las situaciones, sino también en lo más íntimo.

Su autora es Anita Jeram, más conocida por su labor como ilustradora. Suyas son las ilustraciones, por ejemplo, del clásico Adivina cuánto te quiero.