El final del verano. Libro infantil sobre el miedo a hacerse mayor

Libros recomendados para niños

El final del verano es un libro diferente al resto de los cuentos infantiles. Desde sus curiosas ilustraciones, pasando por la poesía de su mensaje, hasta rozar la sensibilidad del mundo interior de Garmann, que solo los niños más perceptivos y emotivos podrán apreciar.

El verano estaba a punto de acabarse y eso significaba el comienzo de una nueva aventura para Garmann: el colegio. Pero Garmann tenía miedo de empezar algo nuevo y desconocido, así que fue preguntando a su familia para ver si ellos también tenían miedo de algo. Sorprendentemente, descubrió que, sus tías mayores, su padre, quien parecía fuerte emocionalmente, y su encantadora madre, por mucho que cumplieran años, también sentían algún miedo, ese miedo a los cambios que muchas veces nos inmoviliza, nos tiene preocupados noches sin dormir, nos deja sin poder disfrutar del día a día, pero que, si lo piensas bien, ese cambio no tiene por qué ser a peor.

Un libro repleto de poesía y miedo al colegio: El final del verano

El final del verano, libros para niños

Este delicado cuento ilustrado describe con una sensibilidad y poesía especial los pensamientos de Garmann, sus miedos, sus curiosidades sobre el mundo del crecimiento. Se mezclan los miedos de varias generaciones distintas pero que, en el fondo, comparten sentimientos comunes, es ese miedo a lo desconocido, temor a algo que acaba y a un nuevo comienzo.

Las ilustraciones nos sorprenderán, ya que son una auténtica maravilla del collage, en el que se mezcla pintura y fotografía, y donde las proporciones no son siempre reales, lo que crea un mundo onírico e irreal que se asemeja a la visión de Garmann tiene del mundo. Un mundo en el que las pequeñas cosas lo inundan todo, donde una mariquita puede marcar el inicio de la buena suerte, o en el las personas encojen al sol.

La ilustración domina la página ante el texto, recordando en ocasiones a los carteles publicitarios de los años 60, obra de Stian Hole, pero el texto que lo acompaña no desmerece en absoluto. Se trata de un texto sumamente poético, repleto de símiles y pensamientos abstractos y volátiles de un niño de 6 años. Las ideas fluyen, vuelan por la cabeza de Garmann como las hojas que Garmann ve moverse en otoño, con preguntas que muchas veces no son tan fáciles de contestar como parece.

Sin duda es un libro delicado y estupendo, pero no apto para todos los lectores, solo los más sensibles, imaginativos y receptivos a lo diferente sabrán encontrarle toda la belleza que se merece.

Precioso para regalar a niños con gran sensibilidad y con miedo a lo que está por venir.

El final del verano, libros para niños