Hacer de canguro para ganar un dinero

¿Vuestra hija o vuestro hijo adolescente quiere hacer de canguro? Animadle a ello, es una experiencia muy enriquecedora, que le hará más responsable, le ayudará a madurar y le proporcionará una cierta independencia económica.

Cuidar niños: una buena idea

Durante el bachillerato, los adolescentes tienen un presupuesto muy ajustado. Y cuando llegan a la universidad, por lo general, la situación financiera no ha mejorado mucho... Desde los 15 años hasta el final de sus estudios, la paga supone las tres cuartas partes de sus ingresos, muy por delante de los trabajitos y las becas. ¿Qué pueden hacer para ganar unos cuantos euros que les garanticen un mínimo de independencia y de libertad? Hacer canguros es el plan ideal, especialmente para las chicas (¡aunque los chicos van avanzando!). De hecho, ocupa el primer lugar en la lista de actividades remuneradas. Solo hay una condición para ejercerla sin problemas: que les gusten los niños. Luego, hay que saber ocuparse de ellos y estar a la altura de las responsabilidades.

Todo lo que se necesita para ser una/un canguro competente

Los padres que contratan a una canguro (o a un canguro) le confían a sus hijos y exigen a cambio seriedad y madurez. Pero eso no debe ser un motivo de preocupación, seguro que vuestros hijos adolescentes aprenden enseguida a cambiar un pañal, a bañarlos, a distraerles una tarde sin necesidad de recurrir a la tele y hasta a reaccionar ante un bebé que tiene fiebre o que no para de berrear... Tienen que saber que en sus manos está el convertirse en un buen canguro. Hacer canguros de forma regular u ocasional permite reunir algo de dinero (o mucho) mientras se está estudiando. Es la principal ventaja. Los adolescentes adaptan y rentabilizan su tiempo libre, durante el día o por la noche, cuidando niños. ¿Pero dónde están esos diablillos que van a permitir a nuestros adolescentes alzar el vuelo? Nada van a ganar desplegando una pancarta a la salida del colegio y poniendo la mejor de sus sonrisas para convencer a padres y niños de que los contraten: ¡hay niños en todas partes! Basta con saber adónde dirigirse. Los interesados pueden acudir a una agencia especializada, poner un anuncio en una tienda o cerca de los colegios, informarse en las juntas de distrito, hacerlo correr de boca en boca (entre vuestros amigos, la familia, los profesores...). Anna Musso

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