Una boca… para saborear (6/7)

Hacia los 4 o 5 meses, en el momento de la diversificación, tu bebé descubre otros sabores. Salado, dulce, amargo, agrio… A medida que va probando nuevos platos, el bebé va familiarizándose con nuevos sabores y con texturas desconocidas.

Poco a poco, va construyendo su sentido del gusto, haciendo de él una personal a carta cabal. Eso siempre y cuando avancemos de forma progresiva, para estimularlo sin brusquedad: “Comer con cuchara no es algo tan obvio para todos los niños. Pasan del pecho o del biberón, que hasta entonces llenaban toda su boca y su paladar de forma continua, a ese nuevo objeto frío que les alimenta de manera discontinua. Tienen que acostumbrarse a esa “nada” y llenarla con tus palabras tranquilizadoras”, explica Anne Gatecel.

Lo mismo ocurre al descubrir los trozos de alimento, a los que su boca y su paladar no están acostumbrados, y que pueden angustiarlo y provocar rechazo las primeras veces.

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  • Una boca… para mamar
  • Una boca… para chupar
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  • Una boca… para descubrir el mundo
  • Una boca… para sonreír
  • Una boca… para saborear
  • Una boca… para morder

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