Convertirse en mamá

Convertirse en mamá

El embarazo es un proceso fisiológico que conlleva ciertos cambios físicos, funcionales y psicológicos compatibles con la salud.

Estar embarazada no es sinónimo de estar enferma. Sin embargo, en algunos casos la gestación se acompaña de diversos signos y síntomas (nauseas y vómitos, ardores y acidez, edemas en los tobillos, calambres, dolor lumbar…) que impiden tener una vivencia satisfactoria de esta etapa de la vida. El malestar físico puede influir sobre el estado psicológico, de tal forma que te surjan dudas como: ¿seré capaz de parir?, ¿desempañaré bien mi papel de madre?, ¿Cómo influirá la llegada del bebé en la vida familiar?

No olvides que los cambios físicos del embarazo contribuyen a construir la identidad materna al recordarte constantemente que estás esperando un bebé. Para desarrollar la identidad materna, también es fundamental la creación del vínculo con el bebé. Este proceso de apego se inicia en el embarazo mediante ensoñaciones y pensamientos sobre el bebé.

Convertirse en madre es una experiencia única y diferente a cualquier otra de la vida. Tras el parto, proceso laborioso física y mentalmente, te convertirás realmente en madre, dando un paso importante hacia la nueva identidad. Al enfrentarse a la responsabilidad del cuidado del bebé, la madre adquiere definitivamente la identidad materna. La crianza cambiará tu vida por completo, te ayudará a alimentar el sentimiento de amor hacia tu hijo y te proporcionará una enorme fuerza.

Recuerda la importancia de darse tiempo para adaptarse a la nueva situación, repleta de cambios y novedades. Tanto los padres como el bebé necesitan aprender y conocerse con paciencia y tolerancia.

Asimismo, ten en cuenta que el amor de los padres hacia los hijos no siempre es innato. El sentimiento se construye día a día, crece y se consolida con el tiempo.

Aurora Fernández-Cañadas. Matrona

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