Cambios en los últimos días de embarazo

La duración normal del embarazo oscila entre 37 y 42 semanas, aunque el bebé puede nacer de forma prematura. Por lo tanto, cuando el parto se desencadena a partir de la semana 37, se habla de parto a término. Durante estos últimos días se producen algunos cambios importantes en el cuerpo de la embarazada. El desarrollo del bebé es casi completo y va adoptado la posición para nacer, por lo que conviene seguir algunos consejos para facilitar la comodidad de la madre y el bebé.

Consejos para el final del embarazo

En las últimas semanas de embarazo, suelen producirse una serie de cambios que conducen al parto. Esta fase se denomina pródromos de parto y se caracteriza por:

• Encajamiento de la cabecita del bebé en la pelvis materna.
• Modificaciones del cuello del útero.
• Expulsión del tapón mucoso (sustancia viscosa, de color blanquecino, que suele mezclarse con restos de sangre roja o marrón).
• Contracciones irregulares, poco dolorosas, que ceden con el reposo.
• Calambres en las piernas y dolor en la zona lumbar de la espalda.
• Edemas en las extremidades inferiores y los genitales externos.
• Molestias gastrointestinales (diarrea, vómitos…).

Este periodo es muy variable en duración e intensidad. En ocasiones, la embarazada desea que el parto se desencadene ya que el malestar generalizado le impide llevar un ritmo de vida normal.

Sin embargo, es fundamental intentar vivir esta fase con paciencia y seguir los siguientes consejos en los últimos días de embarazo:

1. Realiza actividades que te resulten agradables: pasear, escuchar música, ir al cine, darte una ducha con agua tibia….
   
   
2. Lleva un ritmo de vida tranquilo e intenta descansar cuando las contracciones no sean intensas.
   
   
3. Si tienes apetito, toma alimentos ligeros que te apetezcan. Asimismo, cuida tu hidratación bebiendo agua, zumos de frutas, bebidas isotónicas….
   
   
4. Caminar, tomar determinadas infusiones o mantener relaciones sexualesson algunas de las medidas que se han relacionado con la estimulación de las contracciones uterinas. Se trata de métodos inofensivos, pero su eficacia no está del todo probada.
   
   
5. La estimulación del pezón puede favorecer la liberación de oxitocina, y por tanto, la aparición de dinámica uterina. Sin embargo, esta medida puede desencadenar contracciones intensas y repercutir negativamente sobre la frecuencia cardiaca del bebé. Por ello, no se recomienda la utilización de este método.

En definitiva, las características de los pródromos de parto y el inicio del trabajo de parto no se pueden predecir y varían mucho de unas embarazadas a otras.

Aurora Fernández-Cañadas. Matrona