Acné en el embarazo: por qué aparecen granos en la gestación y cómo tratarlos

¿Has notado que tienes más granos desde que estás embarazada?, ¿Tienes un brote de acné y no sabes cómo tratarlo durante la gestación? Antes de nada has de saber que es algo totalmente normal.

Debido al aumento de las hormonas andrógenas, muchas mujeres sufren de acné al comienzo del embarazo. Estas hormonas pueden hacer que tu piel se vuelva más grasa, lo que puede obstruir los poros. El acné durante el embarazo generalmente es temporal y desaparece después del nacimiento del bebé.

Te explicamos a fondo qué causa el acné en el embarazo y cómo puedes tratarlo.

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Qué provoca acné durante la gestación

Más de la mitad de las embarazadas sufren de acné durante la gestación. Incluso aunque antes de estar embarazadas solo tenían granos muy de vez en cuando, pueden sufrir de un brote por todo el rostro. ¿A qué es debido?

La causa principal por la que puedes volver a tener la cara como cuando eras adolescente es el aumento de los niveles hormonales durante el primer trimestre de embarazo. De hecho, si no te han salido durante estas primeras 12 semanas de embarazo, es raro que aparezcan en el segundo o tercer trimestre. 

Esta elevada producción de hormonas hace que también aumente la producción de aceites naturales en la piel. Esto provoca una obstrucción de los poros y, en consecuencia, la aparición de granos rojos o espinillas.

Generalmente lo sufren más aquellas mujeres que ya tienen antecedentes de acné, bien porque lo sufrieron en la adolescencia, bien porque suelen brotarles más granos al comienzo del ciclo menstrual. 

En este punto, si formas parte de ese grupo de mujeres a los que las hormonas del embarazo le han disparado la presencia de granos, te estarás preguntando si puedes realizarte tus tratamientos habituales o si el ácido glicólico o salicílico puede dañarte.

Cómo tratar el acné en el embarazo

Ese brote de acné en el embarazo, desaparecerá cuando los niveles hormonales vuelvan a la normalidad, algo que suele suceder a medida que avanza el embarazo o cuando finaliza. 

Pero, si te han salido muchos granos y has tomado algún tratamiento oral para el acné recetado por tu médico con anterioridad, es preferible que lo evites hasta que consultes con tu médico. En general, están desaconsejados los tratamientos con productos químicos o los fármacos como aquellos para la terapia hormonal, tetraciclinas o retinoides tópicos. 

Algunos especialistas recomiendan no utilizar tratamientos tópicos que contengan ácido salicílico. Este es un ingrediente que se encuentra en muchos productos de venta libre.

Por el contrario, puedes recurrir  a tratamientos más naturales para controlar el acné en la gestación: 

Mantén tu piel bien limpia e hidratada

Uno de los mejores métodos que puedes emplear, tanto durante el embarazo, como después de él para controlar la producción de grasa natural de la piel es mantenerla bien limpia.

Lava bien tu cara con un jabón neutro y agua tibia dos veces al día frotando bien en aquellas zonas donde se acumula más la grasa, como en la barbilla, frente o nariz. Enjuaga muy bien tu rostro tras lavarlo y aplica una crema hidratante adecuada a tu tipo de piel. Si aplicas una muy grasa, es probable que el problema se agudice. Y es que, si bien puede parecer que aplicar crema puede causar más granos, en realidad utilizar un humectante sin aceite puede ayudar a minimizar la irritación de la piel.

No toques los granos

No te obsesiones con los granos. No te laves la cara en exceso o utilices mascarillas, exfoliantes y demás productos porque, el lavado excesivo elimina la humedad natural de la piel, lo que hace que las glándulas sebáceas intenten producir más aceite para suplir el que falta, haciendo que tu piel se vuelva más propensa a los brotes. 

Tampoco es recomendable apretar o estrujar los granos y espinillas por más tentación que sientas. Esta práctica no solo puede dejarte una cicatriz en el rostro, sino que además puede provocar infecciones en la piel y extender el brote de granos. 

Lleva una alimentación sana

Eliminar o reducir drásticamente el azúcar y otros granos refinados y sustituirlos por cereales integrales puede hacer maravillas en tu piel. Además, es recomendable no abusar de las grasas saturadas que están presentes en alimentos fritos, bollería y productos procesados ya que pueden activar el acné, así como pueden hacerte ganar más kilos de los deseados. Asimismo, has de tener una correcta hidratación, es recomendable que lleves contigo una botellita de agua y bebas a lo largo de todo el día. 

En caso de que el brote de acné esté descontrolado y sea excesivo, habla con tu médico para que te recomiende un tratamiento tópico que no resulte dañino para el bebé durante la gestación. Quizás puedas utilizar algún producto con peróxido de benzoilo en porciones mínimas tras el primer trimestre de embarazo o alguna crema antibacteriana recetada para parar la infección. 

Durante el embarazo, la gravedad del acné o la cantidad de granos que tienes puede mejorar o empeorar. Es común que el acné empeore un poco al principio del embarazo y que mejore a medida que avanza. Esto suele estar relacionado con el aumento de los niveles de estrógeno presentes durante el embarazo.

Debido a que es preferible evitar los medicamentos durante el embarazo, porque pueden tener efectos sobre el bebé, es preferible que consultes con tu médico para tratar tu acné o que realices tratamientos naturales que no contengan la presencia de ningún fármaco como llevar una buena higiene facial, una alimentación sana, correcta hidratación y no toques los granos.

En general, la mayoría de los expertos están de acuerdo en que los tratamientos tópicos que se pueden usar de manera segura durante el embarazo incluyen: peróxido de benzoilo en cantidades pequeñas y tras el primer trimestre, ácidos de frutas como el ácido glicólico o preparaciones con ácido salicílico en una muy baja concentración. En cualquier caso, si tienes un brote importante de acné durante el embarazo, consulta con tu obstetra el tratamiento más adecuado en tu caso.