Embarazo y epilepsia

Las mujeres con epilepsia se preguntan a menudo si pueden quedarse embarazadas y si tendrán un bebé sano. Y generalmente es posible. Sin embargo, el embarazo debe ser estrechamente vigilado. Las mujeres con epilepsia tienen un 90% o más de posibilidades de tener un bebé normal y saludable. El riesgo de que los niños de padres con epilepsia desarrollen ellos mismos la epilepsia es del l 5% aproximadamente, a menos que los padres tengan un tipo de trastorno que sea hereditario, entonces deben acudir a una “consulta de genética” para determinar cuáles pueden ser los riesgos.

Hay varias precauciones que las mujeres deben tomar antes y durante el embarazo para reducir determinadas complicaciones. Antes del embarazo es importante que la mujer sepa los posibles riesgos asociados con su epilepsia y con los medicamentos que está tomando. Algunos medicamentos contra las convulsiones, como el valproato o la fenitoína, aumentan el riesgo de tener un niño con paladar hendido, problemas cardíacos o defectos en los dedos de las manos y de los pies. Por esta razón, puede ser necesario cambiar a otros medicamentos durante el embarazo. Antes de quedarse embarazada, la mujer debería realizar una ?consulta preconcepcional• para valorar la posibilidad de cambiar el tratamiento farmacológico y ajustar la dosis, hasta que se estabilicen los niveles sanguíneos de los medicamentos. También deberían empezar a tomar suplementos vitamínicos prenatales con bastante anticipación, especialmente que contengan ácido fólico, el cual puede ayudar a reducir el riesgo de ciertos defectos congénitos.

Las mujeres que se dan cuenta que están embarazadas pero que no han acudido a la consulta medica deben hacerlo tan pronto como sea posible y han de seguir tomando los medicamentos contra las crisis epilépticas. Las crisis durante el embarazo pueden dañar al bebé en el desarrollo o causar un aborto espontáneo, particularmente si las crisis son graves. No obstante, muchas mujeres que han tenido crisis durante el embarazo han tenido bebés normales y sanos.

Las gestantes con epilepsia a veces experimentan durante el embarazo cambios en la frecuencia de sus crisis, aún sin cambiar de medicamentos. Alrededor del 30% tienen un aumento en la frecuencia de sus crisis mientras están embarazadas, mientras que otras tienen menos. Además hay otros factores que pueden influir en la frecuencia de las crisis como el incremento del volumen sanguíneo durante el embarazo, trastornos de sueño o estrés relacionado con al parto.

El parto generalmente evoluciona de forma normal para las embarazadas con epilepsia, aunque existe un riesgo mayor de hemorragia, eclampsia, parto prematuro y cesárea. Los médicos pueden administrar medicamentos anticonvulsionantes por vía intravenosa y reducir las posibilidades de una crisis epiléptica.

Los medicamentos contra la epilepsia no deberían influenciar la decisión de la madre de amamantar a su bebé. Solamente un pequeño porcentaje de los fármacos antiepilépticos es secretado en la leche materna y no en cantidad suficiente para dañar al bebé. Los expertos creen que los beneficios de amamantar al bebé superan los riesgosque puedan existir, con algunas excepciones. No obstante, consulta con tu ginecólogo o matrona si es compatible la Lactancia Materna con tu tratamiento farmacológico.

Ana Tejeda. Matrona

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