Diez consejos para un embarazo en reposo

Ahora tienes que quedarte en la cama y descansar. Para que la gestación llegue a término, algunas mujeres deben guardar reposo a partir del segundo trimestre de embarazo. La situación puede ser difícil de sobrellevar.

Para la mayor parte de las mujeres, el embarazo se desarrolla sin grandes problemas. Pasadas las náuseas del primer trimestre, los meses transcurren de forma bastante plácida hasta el feliz desenlace. Sin embargo, para algunas gestantes, las que tienen que permanecer en reposo, esos nueve meses de espera son como una carrera contrarreloj en la que cada día que pasa es un día ganado para la buena salud del bebé.

¿En qué casos hay que permanecer en cama?

El reposo absoluto se aconseja en caso de peligro de parto prematuro, cuando el cuello del útero es incompetente, es decir, cuando se dilata y se va abriendo antes de hora, bajo la presión del útero y del feto que aumentan de tamaño.

Cuello de útero incompetente antes de los 5 meses.
El médico puede intentar reintegrarlo y practicar un cerclaje, que consiste en cerrar el cuello del útero con una especie de cinta que se fija a él y se anuda para mantener el cuello del útero cerrado. En ese caso se aconseja que la gestante permanezca tumbada para no forzar el cerclaje.

Cuello de útero incompetente después de los 6 meses.
Si el cuello está tan dilatado que el saco que protege el embrión sobresale, no se practica el cerclaje a la futura madre, ya que sería demasiado arriesgado. Entonces es hospitalizada y permanece tumbada en la cama. Salvo en estos casos, los médicos no suelen prescribir reposo absoluto. Y es que las complicaciones pueden ser aún más perjudiciales: flebitis, infecciones urinarias...

Embarazo en reposo total: 10 consejos para sobrellevarlo

Haz que tu cama sea perfecta. El lugar donde pasas la mayor parte del tiempo tiene que ser cómodo, colorista y acogedor, y debe estar siempre impecable.

Organiza tu espacio vital. Concentra en los seis metros cuadrados que te rodean los objetos útiles: las medicinas, la botella de agua, las revistas, los mandos a distancia, el álbum de fotos, la labor o las manualidades, el papel y los sobres, las diferentes listas de amigos, administraciones o asociaciones, el teléfono, el ordenador...

Ponte guapa. No te pases todo el día en camisón. Vístete, péinate y maquíllate. ¡Eso te levantará la moral! Mantente informada.

Abónate a un periódico o a un semanario generalista o especializado. ¿Por qué no aprovechas la ocasión para mejorar el inglés o aprender italiano? Existen clases de conversación por internet, por teléfono o en las consolas de juegos.

Adquiere online el material para el futuro bebé, ropa para él y para ti, objetos de decoración o simplemente haz la compra de la semana. Navega por las páginas especializadas y encarga lo que necesites, te lo servirán a domicilio.

Haz listas... de la compra y también de proyectos de viajes. Pide a tu pareja que te traiga folletos de las agencias y busca en internet. ¡Los viajes virtuales son muy relajantes!

No te levantes sin ton ni son. Piensa antes todo lo que puedes hacer. Optimiza un solo recorrido por la casa para no tener que desplazarte tres veces.

Toma distancia. ¿Que utilizas platos desechables, hay pelotillas bajo los muebles o no puedes usar tu taza de té? ¡No es tan grave! Haz algunas concesiones, piensa que tu reposo está en juego.

Pide ayuda. A tu madre, a tu suegra, a tus vecinas, a tus amigas... cada una pueda aportar su granito de arena: puede que vengan a echarte una mano y acabéis con un relajante ataque de risa o que te traigan noticias frescas que te mantienen al corriente de lo que pasa a tu alrededor.

Aprovecha el tiempo. Ahora puedes actualizar los álbumes de fotos, tejer o bordar, hacer manualidades y regalos para la familia y para el bebé, etc.

Maria Poblete y Gilles Donada con el Dr Thierry Harvey, jefe de servicio de maternidad del hospital de les Diaconesses de Paris.

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