La vuelta a los libros de texto en Suecia, ¿un modelo a seguir en los colegios de España?

La vuelta a los libros de papel desata la polémica en los colegios

Suecia ha dado un paso sorprendente al volver a introducir los libros de texto impresos y la escritura a mano en las escuelas, reduciendo la dependencia de las pantallas digitales. Esta decisión, que rompe con la tendencia general de la digitalización educativa, plantea preguntas sobre sus posibles beneficios y desafíos, también aplicables al contexto español.

Vuelta a los libros de papel en los colegios

El contexto de la decisión sueca

Para comprender por qué Suecia ha optado por retomar los libros de texto en papel, conviene examinar el contexto en el que tomó esta determinación. Durante los últimos años, los países nórdicos, y en especial Suecia, habían sido pioneros en la integración de la tecnología en las aulas. Sin embargo, un aumento de la preocupación por la calidad de la lectura, la capacidad de concentración y la comprensión lectora de los alumnos llevó a varios expertos y organismos educativos a cuestionar la eficacia de un enfoque exclusivamente digital.

En Suecia, la Agencia Nacional de Educación (Skolverket) publicó informes que muestran que el uso excesivo de dispositivos podría afectar la capacidad de los estudiantes para procesar la información en profundidad. A raíz de estas conclusiones, surgió un debate público que culminó con la decisión de reforzar la utilización de libros de texto impresos y métodos tradicionales de escritura a mano, con el fin de equilibrar lo digital y lo analógico. Aunque no se trata de eliminar por completo las herramientas tecnológicas, se pretende que el papel recupere parte del protagonismo que había perdido.

Razones detrás de la apuesta por los libros de texto impresos

La política educativa sueca no es fruto de la improvisación, sino el resultado de múltiples investigaciones y opiniones de expertos. Algunas de las razones principales que justifican el regreso al libro físico y a la escritura manual son:

  1. Mejora de la comprensión lectora: Numerosos estudios señalan que leer en papel favorece la retención de información y la comprensión profunda frente a la lectura en pantallas, donde la tendencia a saltar de un contenido a otro puede derivar en una lectura más superficial.
  2. Desarrollo de habilidades cognitivas: La escritura a mano estimula áreas cerebrales relacionadas con la memoria y la organización de la información. Al realizar el trazo de cada letra, el cerebro crea conexiones que refuerzan el aprendizaje de la ortografíay la estructura de las palabras.
  3. Reducción de la fatiga digital: En la era de la hiperconectividad, muchos niños y jóvenes pasan gran parte de su día frente a pantallas (ordenadores, tabletas y teléfonos). El uso de libros impresos puede ayudar a reducir la sobreexposición a la luz azul y los efectos negativos que conlleva, como la fatiga ocular.
  4. Mayor interacción en el aula: Al dejar de depender tanto de los dispositivos, los docentes pueden fomentar métodos de enseñanza más participativos y colaborativos, basados en la conversación, la lectura compartida y la escritura conjunta en pizarra o cuaderno.

Beneficios potenciales de los libros de papel en las aulas

La decisión de Suecia podría aportar numerosos beneficios a su sistema educativo, algunos de los cuales podrían trasladarse a otras regiones, incluida España. Entre los más destacados:

  • Fomento de la concentración: La lectura en papel, libre de distracciones propias de Internet (publicidad, notificaciones, redes sociales), tiende a favorecer la concentración del alumno, lo que redunda en un aprendizaje más profundo.

  • Equidad en el acceso: No todos los estudiantes disponen de un dispositivo digital de última generación o de una conexión estable a Internet en casa. Volver al libro impreso garantiza que todos, independientemente de su situación socioeconómica, tengan acceso igualitario al material de estudio.

  • Sostenibilidad: Aunque la fabricación de libros implica el consumo de papel, algunos expertos en medio ambiente recalcan que prolongar la vida útil de los textos escolares, reutilizarlos y reciclarlos puede ser más sostenible a largo plazo que fabricar dispositivos electrónicos difíciles de reciclar y con una vida útil limitada.

  • Refuerzo de la motricidad fina: Escribir con bolígrafo o lápiz requiere un control de la mano y los dedos que favorece el desarrollo de la motricidad fina, especialmente importante en los primeros años de escolarización.

Desventajas y desafíos de los libros de texto en papel

Sin embargo, el cambio no está exento de polémica ni de inconvenientes. Hay quienes argumentan que el retroceso en el uso de dispositivos digitales podría:

  • Desactualizar al alumno en competencias digitales: En un mundo cada vez más tecnológico, reducir la presencia de herramientas digitales en el aula podría implicar que los niños y jóvenes no adquieran de forma temprana las habilidades para manejar software, plataformas virtuales y otros recursos que serán imprescindibles en su futuro académico y profesional.

  • Suponer un coste adicional: La actualización y adquisición de libros de texto nuevos cada curso escolar puede resultar costosa para algunas familias y para el propio sistema educativo. Además, requiere de un plan bien estructurado para garantizar la durabilidad y la reutilización de los materiales, evitando gastos constantes.

  • Disminuir la variedad de recursos: La digitalización educativa ha permitido el acceso a una cantidad inmensa de materiales multimedia, ejercicios interactivos y plataformas de colaboración en línea. Retirar o reducir la tecnología podría limitar la variedad de herramientas pedagógicas disponibles para profesores y estudiantes.

  • Requerir formación del profesorado: Volver a métodos tradicionales no significa renunciar a la innovación pedagógica. Sin embargo, muchos docentes podrían necesitar formación adicional para combinar lo mejor de ambos mundos (libro físico y digital) de manera efectiva.

El panorama educativo en España

En España, la tecnología forma parte de la mayoría de los centros educativos, aunque su integración es muy variable según la comunidad autónoma, el entorno rural o urbano y el presupuesto de cada institución. El uso de tabletas o portátiles en el aula se ha incrementado en los últimos años, fomentado por diferentes planes de digitalización.

No obstante, también se observan inquietudes similares a las de Suecia. Profesores, padres y expertos en educación a menudo se preguntan si la tecnología está produciendo un descenso en la capacidad de atención de los alumnos y si la lectura en pantalla resulta menos eficaz para asimilar contenidos. Asimismo, se ha debatido sobre el posible impacto en la salud visual y mental de los estudiantes.


En este contexto, algunos centros escolares españoles están recuperando programas de lectura en papel y prácticas tradicionales de caligrafía y dictado, tratando de equilibrar la presencia digital con métodos más clásicos. La discusión gira en torno a encontrar un equilibrio idóneo que incorpore los beneficios de la digitalización sin perder las ventajas de los libros físicos.

¿Podría España adoptar el modelo sueco?

En España, la adopción de un modelo parecido implicaría evaluar cuidadosamente los beneficios y limitaciones, además de atender a la diversidad de entornos educativos y realidades familiares. Aunque no haya una solución universal, la experiencia sueca demuestra que volver al papel puede reforzar habilidades esenciales como la lectura comprensiva y la escritura manual, sin que ello signifique cerrar las puertas a la tecnología.

 

Artículos relacionados

Comentarios

¡Sé el primero en comentar!