Entrevista a Judith Franch

"Lo esencial es convertir los libros en un miembro más de la familia."

Nos citamos con Judith, formada en Educación Emocional y Disciplina Positiva, Máster en Libros y Literatura infantil, y madre de tres hijos. Además, Judith Franch fomenta la lectura, la creatividad y la imaginación infantil desde su blog www.clubpequeslectores.com y sus redes sociales, donde cuenta con más de 60.000 seguidores.

Cuentas con una amplia experiencia en el mundo de la literatura infantil, ¿en qué medida crees que la lectura ayuda en el desarrollo emocional de los niños? 

Ampliamente, pues la lectura les ofrece un marco de entrenamiento emocional sin igual. En primer lugar les pone en contacto con un abanico de emociones muy extenso, pero con una gran ventaja: la distancia. Así el lector puede vivir experiencias emocionales muy diversas pero desde una distancia de seguridad que le permite sentir pero sin riesgos. De este modo aprenden a reconocer emociones y estrategias para afrontarlas, preparándose para cuando las vivan en propia piel. Por otro lado, la lectura nos permite abrir ventanas a la conexión, al diálogo, al encuentro emotivo y a la comunicación entre el adulto y el niño. Así es más fácil abordar ciertos temas o emociones. En última instancia, la literatura nos reconforta, porque vemos que los que nos pasa es universal, y nos empodera a vencer nuestros retos, pues si los personajes puedes superar dificultades, ¿por qué nosotros no?

¿Cuál consideras que es el mayor aporte que ofrece la lectura a los menores? 

Podríamos hablar largo rato de los beneficios que la lectura aporta al desarrollo tanto cognitivo como emocional de los niños, a su vocabulario, sus habilidades lingüísticas, ortografía, expresión, comprensión, memoria, capacidad de atención, conocimientos en cualquier área, espíritu crítico... Pero para mí lo más importante es que la lectura es un regalo para toda la vida, un amigo que siempre estará ahí para ellos. Si logramos que se apasionen por la lectura tendrán siempre al alcance una forma de ocio sana e inagotable.  

Además como madre, has buscado inculcar en tus hijos el hábito de la lectura, ¿Cómo logras incentivar la afición por leer en tus hijos desde casa? ¿Qué consejos le darías a los padres para lograrlo? 

Lo esencial es convertir los libros en un miembro más de la familia: disponer de libros en casa, que sean de calidad y variados y dar a la lectura el espacio y el tiempo que se merece. Si para nosotros es importante, para ellos también lo será. Se ha demostrado que lo que más influye en la formación de lectores en el seno familiar es compartir lecturas con nuestros hijos, hacerlo a diario y convertirlo en un rato placentero, de conexión afectiva y donde lo dejamos todo para dar toda nuestra atención a los niños y al momento de leer. Pero también es importante no dejar esa lectura compartida (leerles en voz alta) cuando los niños crecen y ya saben leer de forma autónoma, ambos tipos de lectura son compatibles.

¿Qué consideras que hace falta actualmente en ámbito del fomento de la lectura? ¿Se ve afectado este propósito por las nuevas tecnologías? 

Falta más implicación de los gobiernos, un plan verdadero de fomento nacional de la lectura y sobre todo que aporten más recursos materiales, personales y económicos. La lectura no es una prioridad de los estados y eso es un gran error. Por ejemplo en muchos colegios se están abandonado las bibliotecas escolares por falta de recursos y eso es lamentable porque no olvidemos que son esenciales para disminuir las brechas sociales en este ámbito. La lectura debería ser el eje central del plan pedagógico de los colegios y estos deberían buscar la implicación y la participación activa de las familias, escuelas como Francesc Aldea de Terrassa son un buen ejemplo de ello y los resultados obtenidos son espectaculares aun estando en un barrio poco favorecido. En otro orden, faltan también estrategias innovadoras para el fomento de la lectura, donde las nuevas tecnologías podrían tener un papel determinante. Debemos dejar de verlas como un enemigo y convertirlas en un aliado. Han venido para quedarse y todos sabemos el gran poder de atracción que tienen, así que vamos a ver cómo las aprovechamos.

¿Qué recomendaciones ofrecerías para convertir a las redes digitales en una herramienta para el impulso de la lectura y no en un enemigo? 

Lo primero precisamente es que los niños no las perciban como un enemigo o un competidor de la lectura, es decir, que no lleguen a pensar que si leen pierden tiempo con las nuevas tecnologías. Para ello hay que poner límites y llegar a acuerdos, así como mostrarles los puntos de unión entre los dos mundos. En segundo lugar es importante que los mediadores (tanto profesionales como padres, madres u otros acompañantes) nos formemos e informemos bien y conozcamos las diferentes posibilidades a nuestro alcance para fomentar la lectura a través de las nuevas tecnologías. En tercer lugar, hace falta un buen acompañamiento de los niños y jóvenes. Cada vez están más rodeados de pantallas y consumen más contenidos digitales, así que debemos enseñarles a moverse en este mundo, guiarles y enseñarles a usar las herramientas digitales de forma correcta.

Dentro del ámbito de la educación infantil y la literatura, ¿cuál sería la huella que te gustaría dejar? 

Si consigo dejar cualquier huella, por pequeña que sea, ya me parecerá todo un logro. Pero si me pongo a soñar, en el ámbito de la literatura me gustaría que la gente comprendiera que la literatura no debe instrumentalizarse, que los "libros para" no deben colapsar nuestras estantería porque lo más relevante es que la lectura nos aporte placer y poco más, el resto, si tiene que venir, vendrá solo. 

Y en el ámbito de la educación infantil, me gustaría cambiar miradas y sembrar semillas para que dejemos de ver a los niños como seres inferiores a los que debemos adoctrinar y empecemos a tener con ellos una relación más horizontal basada en el respeto, la empatía, el amor y el trato de tú a tú.