5 errores comunes de padres ante el fomento de la lectura

Lo que no debemos hacer si queremos crear un hábito lector en los niños

En un mundo dominado por la tecnología, el fomento de la lectura en niños y adolescentes está adquiriendo un papel cada vez más relevante. La lectura es una actividad maravillosa que abre las puertas a mundos fantásticos, enseña cosas nuevas y ayuda a desarrollar la imaginación y creatividad.

¿Qué tesoro más valioso podríamos legar a nuestros hijos que la habilidad de abrir sus mentes a nuevos horizontes, desatar su imaginación y empaparse de conocimiento? Sin embargo, en ocasiones, podemos cometer algunos errores que pueden obstaculizar el fomento de este valioso hábito en los más pequeños.

¿Te gustaría que tus hijos se convirtieran en ávidos lectores? ¿Quieres que disfruten de todos los beneficios que ofrece la lectura? Si es así, este artículo es para ti. A continuación, hablaremos de algunos errores comunes que los padres pueden cometer al tratar de fomentar la lectura en sus hijos, y cómo podemos evitarlos.

Principales errores que comentemos ante el fomento de la lectura en nuestros hijos

Errores ante el fomento de la lectura

La lectura es una puerta mágica hacia un mundo lleno de conocimiento, imaginación y crecimiento personal para nuestros hijos. No obstante, cuando tratamos de practicar el fomento de la lectura, inconscientemente cometemos errores que pueden perjudicar el proceso de aprendizaje. Algunos de los errores más comunes son:

1. Imponer la lectura como una tarea

Muchas veces, con la intención de crear un hábito, los padres pueden convertir la lectura en una obligación, más que en una experiencia placentera. Cuando obligamos a los niños a leer, les estamos transmitiendo el mensaje de que la lectura es una tarea aburrida y la practican por imposición.

Peor aún, en ocasiones, se utiliza la lectura como un premio o castigo, en cuyo caso el niño la asocia con algo negativo. En lugar de obligarlos a leer, debemos inspirarlos, mostrando la lectura como una actividad emocionante y enriquecedora y creando un ambiente propicio, llenos de libros interesantes.

2. No dar el ejemplo a nuestros hijos

Los niños aprenden mucho del comportamiento de sus padres, si no ven a sus padres leyendo, es probable que ellos tampoco lo hagan. Después de todo, ¿cómo puedes decir a un niño lo emocionante que resulta la lectura, si tú mismo no la practicas?

Si quieres que tus hijos sientan amor por los libros, conviértete en un ejemplo a seguir, compartiendo tus experiencias y recomendando libros que consideres interesantes. Al dedicar tiempo a leer junto a tu familia, estarás mostrando un interés genuino y será más fácil que tus hijos lleguen a sentir lo mismo.

3. Criticar o restringir las elecciones de lectura de los niños

Otro error común que cometemos buscando "proteger" a nuestros niños, es restringir los libros que leen o, peor aún, criticar sus gustos de lectura. Aunque es importante supervisar lo que leen, limitar en exceso sus opciones puede coartar su autonomía y creatividad.

Cuando hacemos esto, estamos desvalorizando sus preferencias y su autonomía lectora, limitando su curiosidad y su diversidad cultural. Para un fomento de la lectura exitoso, es importante entender que cada niño tiene sus propios gustos e intereses.

Conversar sobre esos intereses y facilitar una amplia variedad de libros que se ajusten a sus gustos y necesidades, es una práctica fundamental. Al ampliar su horizonte lector con sugerencias variadas y adecuadas, estamos animándolos a leer y respetando sus preferencias como lector.

4. No respetar el ritmo individual

Cada niño es único y tiene su propio ritmo de desarrollo, presionarlos para que alcancen determinados niveles de lectura puede generar frustración y desánimo rápidamente. Un error frecuente es comparar a nuestros hijos con otros lectores, ya sean sus hermanos, sus amigos o sus compañeros de clase.

Cuando hacemos esto, estamos creando una competencia innecesaria y una presión indebida, en lugar de fomentar el amor e interés por la lectura. En lugar de compararlos con otros lectores, debemos apreciarlos como lectores únicos, celebrando sus logros, reconociendo sus dificultades y ayudándolos a mejorar sus habilidades lectoras.

5. Agobiarlos con la lectura

Si esperas que tus hijos sientan un amor e interés genuino en la lectura, evita a toda costa agobiarlos con la lectura. Preguntar constantemente si ya leyeron o de que se trataba el libro agrega una presión innecesaria al niño y puede causar un efecto contrario a lo que buscas.

Al darles espacio y autonomía, llegará un momento en el que el niño vendrá por su cuenta a contarte lo maravilloso de su lectura. Cuando esto suceda, procura involucrarte con su historia y añadir comentarios emocionantes y positivos, resaltando todos los logros que ha alcanzado.


El fomento de la lectura es cuestión de tiempo

Al poner en práctica el fomento de la lectura, estás buscando crear un hábito que perdure para toda la vida. Como cualquier hábito, se requiere de tiempo, constancia y dedicación para lograr que el niño desarrolle un verdadero interés por los libros.

Fomentando la lectura estamos brindando a nuestros hijos una valiosa herramienta para enfrentar los desafíos del futuro con curiosidad y sabiduría. Si evitamos estos errores comunes, podemos construir un ambiente propicio para que nuestros hijos disfruten de un mundo lleno de maravillas y aprendizajes.

Mibelis Ramos
Redacción de Conmishijos.com 

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