Preadolescente: qué es capaz de hacer y en qué necesita supervisión

Habilidades que se han adquirido en la preadolescencia y otras que todavía quedan por conseguir

La preadolescencia es una etapa difusa, está a caballo entre la infancia y la adolescencia. El niño ya no es tan niño, pero todavía no tiene las habilidades suficientes como para adquirir más independencia o autonomía. 

En este punto nos preguntamos qué es capaz de hacer un preadolescente y para qué tareas o labores todavía necesita supervisión, incluso aunque demande ese espacio para autogestionarse. 

Preadolescencia: qué habilidades tiene y cuáles ha de adquirir

Preadolescente, qué puede hacer y qué no

Según los expertos, la edad de la preadolescencia comprende hoy en día desde los 10 años hasta los 14, es decir, desde los dos últimos cursos de la Educación Primaria y hasta los dos primeros de la Educación Secundaria. Si bien, entre los 10 y los 14 años hay un salto importante en cuanto a adquisición de autonomía y madurez, todavía son niños y requieren de supervisión para realizar algunas tareas. 

En esta tabla te aclaramos para qué está preparado ya un preadolescente y qué actividades requieren todavía de una supervisión por parte de los padres. 


Ver también: Tabla de tareas que pueden hacer los niños según su edad

En la preadolescencia un niño es capaz de...En la preadolescencia un niño necesita ser supervisado para...
Concentrarse durante media hora en un cómic o libro.Organizar su horario y actividades escolares.
Sentarse quieto, en clase o durante una comida, durante media hora.Hacer sus elecciones de orientación escolar (decidir repetir un año, por ejemplo).

Trabajar sin ayuda en las materias escolares en las que se sienta cómodo

Gestionar las relaciones con los adultos (profesores, facilitadores, comerciantes, etc.).
Ducharse y cepillarse los dientes sin necesidad de que lo llamen al ordenComprar su ropa.
Mostrar una mente crítica ante una actitud, una película, un libro...Escuchar o ver programas de radio, internet y televisión.
Diistinguir entre sus sueños (de omnipotencia por ejemplo) y la realidad.Ir solo al cine.
ir solo a realizar pequeños recados en su vecindario.Ir solo a un café o McDonald's.
Tener clara su cita con el dentista, su clase de judoCuidar de un hermano menor.
Mantener una conversación con un adulto.                                      Moverse por la ciudad o tomar el transporte público.
Preparar su mochila para el día siguiente.Quedarse solo en casa mucho rato o salir por la noche solo.
Ir a pasar unos días fuera de casa con un amigo o primo.Comprar un libro, DVD, juego de consola...
Entusiasmarse con un proyecto o actividad familiar.Administrar y gestionar su dinero.
  

Guillemette de la Borie, La Croix © Bayard Presse, 23 junio 2003 

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