3 claves para implicar a los niños en las tareas domésticas

Los niños deben colaborar en casa desde bien pequeños

Aunque los adultos solemos considerar las tareas domésticas como algo desagradable o tedioso, la mayoría de los niños quiere estar en el lugar donde estemos nosotros y ayudar para sentirse útiles y mayores. Por ello, en los primeros años es cuando hay que reforzar esta predisposición al trabajo. Veremos qué 3 cosas podemos hacer para implicar a los niños en las tareas domésticas. Son principios básicos que, aunque parecen muy obvios, muchas veces nos los saltamos.

Te puede interesar: Qué tareas pueden hacer los niños según su edad

3 principios básicos para implicar a los niños en las tareas caseras

3 claves para implicar a los niños en las tareas domésticas

1. Mucha paciencia con los niños

Seguro que al principio, las tareas realizadas por el niño nos entorpecen más que nos ayudan, pero a la larga nuestra paciencia tendrá su recompensa. Si les decimos que nos estorban o les regañamos porque utilizan la toalla del lavabo para limpiar el WC, pronto renunciarán a realizar estas tareas. Por el contrario, aunque los niños suelen imitar todo lo que hacen sus padres, debemos explicarle en qué consiste el trabajo, enseñarle a hacerlo la primera vez, ayudarle o supervisarle las siguientes si es necesario y enseñarles posibles trucos.

2. Recompensar el esfuerzo de nuestros hijos

Para implicar a los niños en las tareas domésticas, es importante comenzar por tareas sencillas y gratificantes; demostrarle entusiasmo, elogiarle y valorar su ayuda para que se sienta bien, pero sin exageraciones. Seguro que le satisface sentirse competente y contribuir al bienestar de todos, y además es una forma de aumentar su autoestima.

Algunas de estas primeras tareas podrían ser: recoger los juguetes, vaciar la papelera, barrer con un cepillo, poner la ropa sucia en el cesto o llevar el plato vacio al fregadero después de comer. La dificultad se incrementará a medida que aumentan sus capacidades, pero seamos realistas con las expectativas y procuremos que al principio no manipule objetos frágiles o caros.

3. Realizar las tareas junto con los niños

Podemos designar un día concreto para realizar ciertas tareas o asignar una tarea diaria a cada niño, pero lo primordial es realizar las tareas todos juntos para que sean cooperativos cuando crezcan. El hecho de establecer un objetivo común hace más agradable el trabajo.

Si hablamos, cantamos, escuchamos música o inventamos algún juego mientras que realizamos las tareas (por ej. terminar antes de que acabe la canción), el trabajo puede resultar más divertido y le transmitiremos una actitud positiva hacia él.

¿Qué hacer si los niños no quieren colaborar en casa?

No es de extrañar que en algún momento el niño o la niña se niegue a ayudar, sobre todo si quiere ponernos a prueba. En estos casos se pueden utilizar razonamientos sencillos para que comprenda el por qué hay que realizar las cosas (si los juguetes están por el suelo nos podemos tropezar o se pueden romper si los pisamos, si terminamos las tareas ahora, tendremos tiempo libre para jugar, etc.).

También sirve de ayuda ofrecerle alternativas (hoy vamos a ordenar tu cuarto ¿quieres empezar por los cuentos de la estantería o vistiendo a los muñecos?), utilizar juegos -como ya hemos comentado- (fijar un tiempo para hacer algo con un cronometro) o recurrir a la paciencia o el buen humor.

La relación entre alumno y profesor en la Educación Infantil

Virginia González.
Profesora de Educación Infantil

Artículos relacionados

Comentarios

¡Sé el primero en comentar!