Historia y mito sobre el nacimiento del niño Jesús

Cuenta a los niños la verdadera historia de la Navidad

Muchos se preguntan qué hay de auténtico y de inventado en la primera Nochebuena de la historia. Comenzando por la fecha misma. ¿Se celebra la Navidad en todo el mundo el día 25? ¿Nació Jesús de veras ese día hace más de 2000 años? Mito e historia se confunden en la construcción del auténtico mensaje de la Navidad.

Tradición y leyenda sobre el nacimiento del niño Jesus

Realidad y mito sobre la Navidad

Antes de la aparición del cristianismo, en idéntica fecha, se iniciaban las labores del campo, se rendía un curioso culto al Sol, identificado con un dios joven que nacía y moría cada año al compás de los ciclos naturales. El esquema se repetía una y otra vez en las religiones primitivas: Osiris, Horus, Apolo, Mitra, Dionisio, Baco, Adonis, Tammuz, Agni, Krisna, Manú o Buda veían la luz por esas fechas, nacidos de una virgen madre, en una gruta o en un establo, entre animales.

Y calendarios romanos muy viejos consagran a Dionisos el mes que comenzaba el 24 de diciembre. En Alejandría, el 8 de enero se celebraba en la Antigüedad la fiesta del dios Aión. Hay, pues, raíces muy antiguas de la Navidad que, como en el caso de otras fiestas ligadas a los ciclos vitales y naturales de la tierra, fueron aprovechadas o “bautizadas” por el cristianismo.

Para los primeros cristianos, la fiesta verdaderamente grande era la de la noche de Pascua, centrada en la Resurrección, que se pasaban en vela. Al principio no se interesaron mucho por la fecha exacta en que nació su fundador, hasta que, a partir del siglo III, comenzaron a discutir sobre el tema.

Unos defendían encendidamente que Cristo había nacido el 25 de diciembre, mientras otros retrasaban la Navidad a los primeros días de enero, y hasta bien entrado marzo, abril o mayo, en plena primavera. Las discusiones alcanzaron tal nivel que el papa Fabián acabó prohibiéndolas.

En España, se aceptó la fecha del 25 de diciembre durante el concilio de Zaragoza, en el año 380. Pero la verdad es que la polémica sobre esta señalada efemérides continuó, e incluso en el siglo XVI los estudiosos seguían discutiendo.

A la polémica sobre el día y el mes se añadió otra dificultad. Si empezamos a contar los años de nuestra era a partir del nacimiento de Cristo, por lógica, éste debió producirse, ni más ni menos, en el año cero. Sin embargo, el evangelista Lucas habla de un censo del emperador romano que obligó a José y María a empadronarse, y a ésta a dar a luz a las afueras de Belén, en un pesebre “porque no encontraron sitio en la posada”.

Ese censo, el de Publio Sulpicio Cireno, tuvo lugar en el año 6 ó 7 antes de Cristo. Y, para mayor baile de fechas, tanto Lucas como Mateo sitúan la anunciación y la visita de María a su prima Isabel en “los tiempos de Herodes, Rey de Judea”, por lo que parece que Jesús tuvo que nacer media docena de años antes del comienzo de nuestra era, ya que Herodes murió en el año 4 a. C. Sin olvidar que el monje medieval que llevaba la cuenta de la era cristiana se equivocó en cuatro años como mínimo.

En qué lugar nació el niño Jesús

Los especialistas polemizan también sobre el lugar. ¿Nació realmente en Belén? ¿O en Nazaret, o en Cafarnaún, población más importante, situada a orillas del lago de Genezaret, que los evangelistas llaman la “ciudad de Jesús”?

Parece que Belén tiene un significado simbólico en las profecías de Samuel, Isaías y Miqueas, que hablan de ella como villa natal del Mesías. Nazaret era, por su parte, un fuerte enclave zelota, movimiento político–religioso anti-romano, del que los evangelistas podrían haber querido desvincular a Jesús.

También la cueva en donde la tradición sitúa el nacimiento de Cristo es objeto de dudas. La gruta de 12,30 metros de largo y 3,15 metros de ancho, en cuyo suelo una losa de mármol señala con una estrella plateada el sitio del alumbramiento, es en la actualidad lugar de incesantes peregrinaciones. Situada en la basílica medieval de la Natividad, en la ciudad palestina de Belén, es el único lugar reconocido por las distintas iglesias cristianas como el del nacimiento de Jesucristo.

El mensaje de la Navidad para los niños

Para los creyentes, la Navidad tiene un profundo sentido. El mensaje transmitido por los Evangelios no casa en absoluto con la Navidad actual, tal como la celebramos: aquel mensaje fue de debilidad, pobreza, soledad, misterio, carencia de seguridad y confort, alegría interna y espiritual, paz, buena voluntad y justicia.

¿Qué tiene todo eso que ver con el montaje de los grandes almacenes, las burbujas y los lacrimógenos anuncios de turrón? Las estrellas de estaño, la nieve azulada y las bolas de cristal se identifican forzadamente con una alegría prefijada, cuando en realidad la felicidad auténtica no tiene plazo. Es un estado de ánimo que hay que ir creando a lo largo del año desde dentro, conquistándolo día a día.


l auténtico mensaje de la Navidad dice que la felicidad no está fuera, en un escaparate, en un vestido de noche o unas burbujas de cava, sino dentro de uno mismo. En cualquier caso, está claro que la Navidad es para muchas personas una llamada. Hay en ella elementos perennes que superan las culturas, las anécdotas y hasta los datos históricos. Su fuerza estriba, quizás, en la necesidad que tenemos de retornar a la autenticidad del niño para volver a ser nosotros mismos.

Pedro Miguel Lamet. Sacerdote jesuita

Pedro Miguel Lamet, jesuita

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Comentarios (2)

20 jul 2019 19:00 Heberto Guillermo Corea Guerrero

Esa tradición es lo mejor que puede existir para el desarrollo emocional y psicológico de los niños, que servirán en su adultez

19 dic 2016 23:20 liona

esta historia no es un mito es una gran verdad