Cómo afrontar el miedo de muchos niños a salir a la calle

¿Y si es mayor el miedo a contagiarse que sus ganas de salir?

Por fin los niños pueden salir del confinamiento aunque no todo está resultando fácil... Se están encontrando casos de niños/as que no quieren salir a la calle; sí quieren ver a sus amigos...  pero dicen que no quieren salir a la calle porque les da miedo contagiarse. De alguna manera es normal es que estén asustados, porque estas semanas hemos hablado mucho del coronavirus, lo han dibujado y para ellos representa un monstruo que está afuera. Salir de casa puede generarles pensamientos y sentimientos de miedo puesto que piensan que pueden contagiarse.

Bien, ahora somos nosotros lo padres quienes les invitamos a salir de casa, "a encontrarse con es monstruo que está en la calle", por lo que se hace necesaria una explicación adaptada a ellos y es muy importante hacerlo desde su lenguaje, que es más simbólico, lúdico y cercano a la magia. Los cuentos pueden resultar grandes recursos. 

Nos queda todavía queda asimilar el riesgo y el peligro de ese extraño virus cuando nuestros hijos salgan a la calle. Incluso para nosotros, los adultos, es difícil entender qué está pasando y solamente podemos esperar a que los científicos nos vayan explicando con más detalle cómo afrontarlo.

¿Cómo podemos ayudar a los niños a superar este miedo? 

Los más pequeños pueden llegar a imaginarse el coronavirus como un bicho gigante luchando con la policía, con los médicos, enfermeras... Muchos padres no se atreven a sacar a los niños de casa por miedo... Los niños no ven al coronavirus, no lo conocen ni saben lo que es, esto les genera mucha incertidumbre e inestabilidad. 

Encontramos reacciones diferentes asociadas a los grupos de edad. Entre los 4-5 años y los 9-10 años el miedo es mayor porque ya son más conscientes y tienen dificultades en entender la necesidad de usar mascarilla y guantes... Piensan que si realmente fuera está el coronavirus ellos no necesitan salir de casa, les cuesta entender la situación.

Muchos de ellos no saben cómo gestionar esos sentimientos... A veces tener que salir a la calle les genera más miedo que alegría e ilusión y las familias se preguntan... ¿qué pensarán los niños cuando vean la calle vacía? ¿Y cuando les digamos que no se pueden acercar al parque ni a otros niños para jugar? ¿Desconfiarán de todo? ¿Nos preguntarán si pueden tocar las plantas o las flores que han crecido con la llegada de la primavera? ¿Necesitaremos estar "hiperalertas" el rato de la salida?

Después de tantas semanas el hecho de que manifiesten que no quieren salir a la calle no debe preocuparnos en exceso a no ser que haya otro tipo de causas. Si han perdido a algún familiar o abuelito es muy posible que ese miedo surja con más fuerza y sea más difícil de gestionar porque necesitan elaborar su duelo y puede que están en pleno proceso... especialmente si no han podido despedirse.

Tener miedo es normal e incluso los adultos lo tenemos... Pueden tener miedo de que papá y mamá se pongan malos también... 

Nosotros iremos poco a poco, transmitiéndoles seguridad y tranquilidad, directrices claras, no se trata de obligarlos e imponer la salida, se trata de acompañarlos a salir y de que ellos sean nuestros acompañantes. Es importante  comprender que estas medidas van en contra de sus deseos porque estar en contacto con las cosas, explorar, tocar, descubrir, investigar... forma parte de su naturaleza y de sus necesidades tanto emocionales como físicas  y psicológicas.

¿Cómo hacerlo? 

En primer lugar normalizando la situación antes de salir. Os dejamos unas pautas:

  1. Practicar en casa poniéndonos la mascarilla y los guantes

  2. Nosotros seremos sus modelos para que ellos vean que "no pasa nada". 

  3. Informarle de cómo haremos la salida y por dónde iremos unos momentos antes si son pequeños, de esta manera evitaremos el nerviosismo horas anteriores.

  4. Hacer una simulación jugando o con un cuento para evitar tensiones innecesarias. 

  5. Antes de salir a la calle, debemos dar a los niños información clara y sencilla para que puedan entender la realidad que vivimos.

Al regresar es muy importante normalizar acciones como lavarse las manos o quitarse los zapatos en la entrada de casa. Después podemos:

  1. Hablar de la salida en sentido positivo.

  2. Comentar lo que más nos ha gustado a cada uno.

  3. Recordar las normas.

  4. Decidir qué podemos hacer en el próximo paseo para que participen en la toma de decisiones.

¿Es posible mantener la distancia social sin estar en alerta continua?

Debemos tener cuidado con nuestra actitud para no generar en nuestros hijos predisposición a la fobia o al miedo de salir a la calle y estar cerca de otras personas. Es importante que conozcan que el virus no está en el aire, en un espacio abierto, sin gente cerca, la probabilidad de contagio es casi nula.No son adecuados los mensajes: "no toques, no hagas, no te acerques, no molestes..." 

Podemos decirles que hay que intentar no tocar cosas que suele tocar mucho la gente para intentar protegernos. También proponer un juego o reto: no acercarnos a la gente a menos de dos metros... ¡a ver quién gana! 

Para que los niños aprendan a mantener la distancia social que recomiendan las autoridades sanitarias, desde Unicef indican que, por ejemplo, hacer un círculo sería un buen recurso. Lo pequeños se sentarán lejos unos de otros, tan lejos que puedan estirar los brazos sin tocar al otro... el espacio entre ellos debería ser lo suficientemente amplio para impedir el contacto físico.

Cuidado con:

Os dejamos los cuentos « ¡YA PODEMOS SALIR A LA CALLE! (El coronavirus y los niños)» y «EL OSO GOLOSO» os ayudarán a preparar de manera adecuada las primeras salidas con vuestros hijos.  

Cuento « ¡YA PODEMOS SALIR A LA CALLE! (El coronavirus y los niños)» 
El-Oso-goloso-CUENTO-DESCONFINAMIENTO 

Ana Roa, pedagoga y psicopedagoga
www.roaeducacion.com
roaeducacion.wordpress.com

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