Ventajas y riesgos de los hijos únicos

Cómo educar a un hijo único sociable e independiente

Ser padres de un solo hijo puede convertirse en un problema si se sienten culpables de la soledad del niño, ya que pueden mostrar ciertas actitudes de compensación que interferirán en todas y cada una de las facetas de la existencia del pequeño.

Al estar siempre pendientes de él y atender inmediatamente sus necesidades, se corre el riesgo de consentirle en exceso, de darle demasiado protagonismo... y convertirlo en un pequeño demasiado exigente. Pero esto ¡no es culpa suya! Los niños pequeños, hijos únicos o de familias numerosas, lo quieren todo y lo quieren de forma inmediata y para ello utilizan técnicas muy efectivas.

Cómo educar a un hijo único

Riesgos de educar a un hijo único

Desde el principio hay que seguir un criterio claro y coherente que evite que el niño se convierta en un ser caprichoso y consentido. A medida que va creciendo hay que establecer una serie de límites para que sea consciente de que no es el único en el mundo.

Otro aspecto a tener en cuenta es la sobreprotección, que puede agobiar hasta tal punto al niño que éste solo actúe para contentar a sus padres o que le convierta en un niño temeroso, inseguro y dependiente.

El chaval debe tener autonomía suficiente para que pueda luchar por sí mismo y conseguir lo que se proponga. No se trata de que los padres se desentiendan totalmente de lo que hace su hijo, pero protegerle de manera desmedida, darle todo en bandeja, tomar las decisiones por él, anticiparse a sus necesidades antes de que él pida ayuda... impedirá que madure emocionalmente y dificultará que desarrolle habilidades sociales.

El "síndrome del hijo único" no tiene por qué aparecer en todos los hijos únicos, pero sí lo hará en aquellos que estén rodeados de adultos excesivamente protectores.

También se puede caer en una educación obsesiva, llena de exigencias y repleta de actividades extraescolares, con la que los padres intentan hacer de su retoño el gran genio que ellos no pudieron ser.

Ventajas de los hijos únicos

Una vez evitados los inconvenientes de criarse en solitario, solo quedan ventajas. El hijo único disfruta en exclusividad del afecto incondicional de sus padres, lo que le da seguridad.


El ser valorado le enseña a valorarse y conocer la soledad hace que sepa disfrutar de ella y que además aprecie la compañía de otros. Algunos estudios atribuyen a los hijos únicos mayor madurez y capacidad intelectual debido a la mayor atención y estimulación de la que han sido objeto e incluso su lenguaje suele ser más rico que el de sus compañeros de clase.

Acostumbrados a ser el centro de atención, suelen ser los líderes del grupo y saben hacerse querer. Los hijos únicos son chicos y chicas que, si sus padres saben ayudarlos y evitar los posibles riesgos, serán personas con muchas cualidades para desenvolverse en la vida.

Virginia González. Psicóloga y profesora de Educación Infantil.

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