Rabietas infantiles
Qué hacer cuando nuestros hijos tienen una pataleta
Las rabietas son explosiones emocionales que incluyen llantos, gritos, pataletas... y que el niño utiliza para expresar su frustración. Son normales entre los niños de 1 a 3 años, aunque en ocasiones pueden aparecer antes del año o persistir más allá de los tres.
Rabietas y pataletas en los niños
Es normal
A medida que el niño madura se va viendo a sí mismo como un ser individual con voluntad propia, y va a tratar de conseguir su independencia y controlar su entorno. Este afán le lleva a decir no con frecuencia (etapa negativista), y como todavía no dispone de un vocabulario fluido para expresar sus necesidades, sentimientos y deseos, recurre además a las conductas rebeldes, como las rabietas. Es por tanto una conducta sana y comprensible.
Distintos detonantes
En ocasiones, las pataletas son la forma de expresar su disgusto por algo que no ha logrado hacer, como por ejemplo ensamblar dos piezas de juego. En otras ocasiones, porque quiere llamar la atención de las personas que para él son importantes, o porque no ha conseguido salirse con la suya. Otras veces, porque no logra hacerse entender o porque intenta luchar por su autonomía. En cualquier caso son situaciones que le causan frustración y tienden a aumentar cuando el pequeño está cansado, hambriento o enfermo o en las familias en las que existe mucha sobreprotección o una disciplina demasiado estricta.
Evolución
Afortunadamente, estos berrinches irán disminuyendo a medida que el niño madure y enriquezca su lenguaje, pues al poder verbalizar la situación hará que recurra menos a respuestas físicas. Pero en ocasiones, pueden verse reforzados por la conducta que el adulto muestra ante ellos.
¿Qué hacer?
Es importante que los padres mantengan actitudes coherentes y calmadas ante las primeras rabietas, ya que de ello dependerá en gran parte el comportamiento futuro del niño. Ya sabemos que es una situación incómoda, sobre todo si hay auditorio, pero no debemos caer en la tentación de ceder a sus caprichos, gritarle o ignorarle por completo. Si entendemos los motivos que desencadenan su explosión emocional podremos ayudarle a recuperar el control.
Prevenir
- Tratar que el niño no llegue a situaciones extremas de hambre, sed o cansancio.
- Evitar la ambivalencia a la hora de ponerle límites y normas y estar de acuerdo ambos padres.
- Permitir que el niño haga pequeñas elecciones -por ejemplo, sobre qué cuento leer o qué postre tomar-.
- Explicarle lo que esperamos que haga minimizando las ocasiones en las que le decimos que no (quitando de su alcance lo que no queremos que toque).
Artículos relacionados
Campamento de inglés en verano 2025: donde nacen los mejores recuerdos
En cada campamento de verano de English Summer, se teje algo especial: momentos que quedan grabados en la memoria de quienes los viven.
Cómo enseñar a los niños buenos modales en la mesa
Enseñar buenos modales en la mesa a los niños es clave para que aprendan a comer con educación y respeto. Desde el uso de los cubiertos hasta la importancia de no...
Explosión de emociones: ¿cómo lidiar con las crisis de nuestros hijos?
¿Cómo manejar estos momentos de frustración, enfado o ira de nuestros hijos sin perder la calma? Descubre cómo comprender mejor su explosión de emociones, cómo...
Señales para detectar si tu hijo necesita atención psicológica
Si observamos alguna dificultad persistente en el desarrollo del niño ya sea emocional, conductual o bien de rendimiento, no dudaremos en comentar nuestras...
Miedos y trastornos de ansiedad en los niños
El miedo es una emoción natural en los niños, pero cuando se convierte en ansiedad constante, puede afectar su bienestar. Identificar señales y entender sus...
20 Frases para niños para afrontar el día con optimismo
Ayudar a los niños a enfrentar cada día con optimismo es esencial para su bienestar emocional. A través de frases inspiradoras, podemos enseñarles a ver la vida...
Comentarios
¡Sé el primero en comentar!