Explosión de emociones: ¿cómo lidiar con las crisis de nuestros hijos?
Por qué tienen crisis emocionales nuestros hijos y cómo actuar
Las crisis emocionales en los niños, es decir, la ira, el enfado, las rabietas, los llantos, etc., son un desafío para los padres. Estas explosiones de emociones, aunque normales, pueden ser difíciles de manejar en ocasiones. Sin embargo, entender las causas y aprender a gestionarlas de manera efectiva es esencial para fomentar el desarrollo emocional saludable de los pequeños.
¿Cómo manejar estos momentos de frustración, enfado o ira de nuestros hijos sin perder la calma? Descubre cómo comprender mejor su explosión de emociones, cómo calmarles y ofrecerles un entorno seguro y reconfortante.
Índice
1. ¿Por qué tiene crisis emocionales nuestros hijos?2. Cómo gesionar las crisis de nuestros hijos
¿Por qué tiene crisis emocionales nuestros hijos?
Los niños pequeños experimentan sus emociones de manera muy intensa. A menudo, pasan rápidamente de la risa al llanto, viviendo un torbellino de emociones a lo largo del día. Para ellos, todo es nuevo y, a diferencia de los adultos, aún no tienen las palabras para expresar lo que sienten. Esto puede resultar agotador tanto para ellos como para nosotros.
Las explosiones emocionales suceden cuando los niños se sienten frustrados o abrumados. Es cuando tienen las conocidas rabietas o berrinches. Esto puede deberse principalmente a:
Incapacidad para comunicarse: los niños pequeños aún están desarrollando sus habilidades lingüísticas, por lo que a menudo luchan para expresar sus necesidades o emociones verbalmente.
Deseo de independencia: a medida que crecen, los niños quieren hacer más cosas por sí mismos. Las restricciones o la incapacidad de realizar algo por sí mismos pueden desencadenar una crisis.
Fatiga o hambre: el cansancio o el hambre pueden reducir la capacidad de un niño para manejar situaciones estresantes.
Sensación de injusticia: los niños tienen un fuerte sentido de lo que es "justo" y pueden reaccionar intensamente cuando sienten que algo no lo es.
Cómo gesionar las crisis de nuestros hijos
Estar presentes: cuando un niño está en plena crisis, no comprende lo que le está sucediendo. En esos momentos, es vital que sienta nuestra presencia y apoyo. No se trata de sancionarlo o juzgarlo, sino de acoger su emoción y mostrarle que estamos ahí para ayudarle a gestionar lo que le abruma.
Mantén la calma y emplea el lenguaje adecuado: a menudo, esperamos que los niños reaccionen como adultos, pero su capacidad para razonar o controlar sus emociones aún está en desarrollo. Utilizar palabras que describan lo que creemos que sienten puede ayudar a reducir la tensión. Por ejemplo, "Estás enfadado porque querías seguir jugando, pero es hora de irnos". Esto les ayuda a identificar y entender sus emociones.
Sé comprensivo: asegúrate de que tu hijo se sienta escuchado. Expresiones como "Entiendo que estés enfadado" pueden ayudar a que se sientan comprendidos.
No pierdas la paciencia: la ira puede ser contagiosa. Si sientes que estás perdiendo la paciencia, es mejor tomar un respiro. A veces, un breve momento para recuperar la compostura es más útil que reaccionar impulsivamente. Recuerda que tu calma puede ayudar a tu hijo a sentirse seguro y comprendido.
Establece límites: es importante que los niños entiendan cuáles son las reglas y las consecuencias de romperlas. La consistencia es clave.
Ofrece opciones: darles opciones puede ayudar a los niños a sentir que tienen cierto control sobre la situación. Por ejemplo, "¿Prefieres vestirte tú solo o te ayudo?"
Fomenta la autonomía: muchos conflictos pueden evitarse permitiendo que los niños desarrollen su autonomía. Si quieren hacer algo por sí mismos, como vestirse, podemos darles tiempo y espacio para intentarlo. Esto no solo reduce las tensiones, sino que también les enseña a ser más independientes.
Sé un ejemplo: nuestras reacciones como adultos influyen en el desarrollo emocional de nuestros hijos. Reflexiona sobre cómo reaccionas ante sus emociones para poder ajustar tu respuesta y ser un mejor modelo a seguir.
Las crisis emocionales en los niños son una parte natural de su desarrollo. Con comprensión, paciencia y las herramientas adecuadas, los padres pueden ayudar a sus hijos a navegar por estas explosiones de emociones de manera constructiva, estableciendo así una base sólida para el manejo emocional en el futuro.
Bibliografía
American Psychological Association (APA). Managing Emotions in Children: A Guide for Parents.
Harvard University Center on the Developing Child. How Children Develop Emotional Skills.
Psicología y Mente. Inteligencia emocional en niños: 8 claves para desarrollarla.
- Comportamiento de nuestros hijos que no debemos tolerar, por la psicóloca Ana Roa, leer en Conmishijos
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