Inicio de la Educación Infantil, ¿una separación difícil?

Al empezar el primer curso de Educación Infantil, el niño se separa por primera vez de sus padres y entra en un mundo que no comparte con ellos.

Listo para crecer

A los tres años, el niño ya es capaz de superar ese reto, como explica la psicóloga Myriam Rasse: “El niño ya tiene suficientemente interiorizados a sus padres y la seguridad que ellos le proporcionan como para ser capaz de separarse de ellos y desear conquistar una cierta independencia, tener interés por salir del círculo familiar y disfrutar ampliando sus experiencias y sus conocimientos fuera de él”.

Todo depende de sus costumbres

La intensidad de esa separación es mayor o menor dependiendo de si, hasta entonces, el niño estaba a cargo de los padres o lo cuidaban fuera. En este último caso, ya está acostumbrado a separarse de su madre y ya tiene la experiencia tranquilizadora de la “permanencia de los padres”: sabe que siempre vuelven a buscarlo por la tarde.


¿Universo familiar o desconocido?

Si el niño tiene un hermano mayor, la entrada en el colegio suele ser más fácil, porque es un universo que le resulta familiar. Ya conoce el edificio, porque ha acompañado a su hermano o ha asistido a la fiesta del colegio. Si es el mayor, conviene prestar especial atención cuando su entrada en el colegio coincide con el nacimiento de un hermanito, porque ese acontecimiento lo fragiliza y puede acentuar su miedo al abandono. Laure Dumont

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