15 dictados para niños con MP y MB: ejercicios para mejorar la ortografía

Hacer dictados es una práctica que ha sido utilizada durante décadas como una herramienta efectiva para mejorar las habilidades de escritura, ortografía y comprensión lectora en el aprendizaje de la lectoescritura. Aunque pueda parecer una técnica tradicional, los dictados siguen siendo una valiosa estrategia de enseñanza que ofrece numerosos beneficios para los estudiantes de todas las edades.

Es por ello que hemos recopilado 15 dictados para niños con MP y MB para que puedan practicar la ortografía y mejorar en su aprendizaje. 

Reglas de ortografía para niños: MP y MB 

Antes de comenzar a realizar dictados, es conveniente respasar la regla ortográfica de la letra M antes de las letras B y P:

Se escribe siempre la letra M cuando esta se encuentra delante de las letras B y P. Por ejemplo: 

MP: siempre, campamento, comprobar, estampa.

MB: bombilla, enjambre, sombrilla.

Dictados cortos con palabras que contienen MP y MB

1. Nico se va de campamento con su clase, van a acampar junto a un río.

2. Antes de salir de viaje comprueba que el coche tenga combustible.

3. Ese hombre es muy imprudente, quiere salir al campo de noche sin una linterna que le alumbre.

4. María toca el tambor pero a Pedro le gusta más la trompeta.

5. Juan se encontró una gamba dentro de su hamburguesa y se dispuso a compartir en sus redes sociales esta extraña combinación.

6. La lámpara de la bombilla del salón se fundió justo cuando Arturo descorchaba una botella de champán.

7. El chimpancé irrumpió en el templo provocando una gran estampida.

8. El detective preparó una emboscada para el culpable y desveló ante los demás que era un embustero.

9. Alicia quería salira a bailar cumbia aunque a Mar se le da mejor la cumbia.

10. El cumpleaños de Nacho es en noviembre, pero le gusta celebrarlo con su amiga en diciembre.

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Dictados largos para niños con MP y MB

11. Había una vez un árbol tan bueno, pero tan bueno, que además de sombra daba sombreros. Este árbol se llamaba Sombrera y crecía en una esquina del bosque de Gulubú. Las gentes que vivían cerca acudían al árbol pacíficamente todas las primaveras, cortaban los sombreros con suavidad y los elegían sin pelearse.

(Del cuento La sombrera, de María Elena Walsh)

12. Hace muchos años en Verona, Italia, había dos familias enemistadas: los Capuleto y los Montesco. La tensión entre los miembros de la famila eran tan grandes, que muchas veces se les veía peleando en combate a espada por las calles de la ciudad. La situación se complicó tanto que, el príncipe de Verona decretó que las personas que perturbara la paz, serían castigadas.

(De la versión para niños de Romeo y Julieta)

13. Alambrito era un pequeño ratón que vivía dentro de un viejo tambor en la casa de campo del anciano Germán. Aquel anciano era muy bueno y bondadoso pero tanía una particularidad. Cada noche, se levantaba sonámbulo dispuesto a tocar el tambor olvidado en en desván. Así, todas las noches Alambrito se despertaba alarmado con los golpes que daba Germán y se tambaleaba fuera de su casita para pellizcar a Germán en el tobillo y así obligarle a parar.  Y cada noche ocurría lo mismo, porque al ratón le encantaba el ambiente que había creado en el interior de aquel tambor. No quería dormir ni bajo la vieja mesilla de mimbre, ni junto a la alfombra, ni mucho menos en el interior de la trompeta.

14. Érase una vez un pequeño pastor que se pasaba la mayor parte de su tiempo paseando y cuidando de sus ovejas en el campo de un pueblito. Todas las mañanas, muy tempranito, él hacía siempre lo mismo. Salía a la pradera con su rebaño, y así pasaba sus días.

(Del cuento Pedro y el lobo)

15. En tiempos remotos el elefante no tenía trompa, solo poseía una nariz oscura y curvada del tamaño de una bota. Movía su nariz de un lado a otro pero le resultaba imposible agarrar nada con ella. Este elefante tenía un hijo que tenía una insaciable curiosidad por todas las cosas. Constantemente estaba haciendo preguntas y a todos molestaba con esa insaciable curiosidad.

(Del cuento El hijo del elefante)

Cuáles son los beneficios de hacer dictados a los niños

- Mejora la ortografía y gramática: al escuchar  las palabras y frases dictadas, los estudiantes tienen la oportunidad de identificar y corregir errores ortográficos, así como de familiarizarse con las reglas gramaticales. 

- Incrementa la comprensión lectrora: los estudiantes entrenan su capacidad para entender el lenguaje hablado en diferentes contextos y a diferentes velocidades. 

- Desarrolla la concentración y atención: es necesario prestar atención y concentrarse en las palabras que se están dictando. Los estudiantes deben mantenerse enfocados en el discurso oral y captar las palabras con precisión. 

- Aumenta el vocabulario y la fluidez: los dictados contribuyen al un enriquecimiento del vocabulario y a una mejora en la fluidez del lenguaje. 

- Promueve la corrección y autoevaluación: ofrecen una oportunidad muy buena para que los estudiantes revisen y corrijan sus propios errores. Al comparar sus escritos con la versión correcta proporcionada al final del dictado, los estudiantes pueden identificar y analizar las áreas en las que necesitan mejorar.