15 dictados para niños con las letras Y y LL | Ejercicios para mejorar la ortografía

Los dictados siguen siendo uno de los ejercicios más frecuentes en el aula para fijar las reglas de ortografía y ayudar a los niños a realizar tareas de autoevaluación y corrección de textos.

En conmishijos.com te ofrecemos una serie de dictados para niños con las letras Y y LL para ayudarles a fijar las reglas de estas dos consonantes y aprender a diferenciar las palabras que llevan la letra "elle" y la letra "ye" (también conocida como i griega). 

Se trata de dictados cortos y largos, pero sobre todo, dictados amenos y divertidos para hacer la tarea más entretenida a los niños. 

Reglas ortográficas de la letra Y y la letra Ll

Sse escriben con LL todas las palabras terminadas en -illo e -illa, y la mayoría de los verbos terminados en -illar, -ullar y -ullir.

Se escriben con Y algunas formas de los verbos que tienen ese sonido y no aparece la letra LL ni Y en el infinitivo, por ejemplo, oír (oyó), leer (leyó).

Dictados cortos para niños con las letras Y y LL

1. Carmen huyó de la orilla para no mojarse los pies.

2. Al niño se le cayó el cuchillo al suelo durante el desayuno.

3. La mujer impidió que el gato se cayera en el hoyo.

4. Pablo cortó el membrillo con el cuchillo de la mantequilla mientras Sara se tomaba un yogur. 

5. Estoy junto a la sombrilla amarilla, le dijo Laura a su abuelo por teléfono.

6. El ratón royó el trozo de pan que había bajo la mesa en el valle, mientras el coyote buscaba algo que engullir.

7. Carlitos se quería zambullir en la piscina pero su madre oyó que el agua estaba muy fría.

8. La bombilla del pasillo ya no brilla.

9. ¿El precio del hotel incluye el desayuno?

10. El chiquillo tropezó contra el bordillo y cayó al suelo.  

11. A María le gustan las empanadillas pero Lara prefiere las rosquillas.

12. El rayo cayó sobre el campanario y apabulló a la muchedumbre creando un gran bullicio. 

Dictados para niños con las letras Y y LL

13. El gato maulló cuando vio legar al perro ladrando y todos los niños huyeron asustados mientras gritaban. Entonces comenzó un enorme bullicio. Un chiquillo que estaba despistado, cayó al suelo y comenzó a llorar mientras su rastrillo saltaba por los aires. Un coche que salía de una callejuela tocó la bocina y la vecina del quinto, pegó tal salto que tiró al suelo la empanadilla sobresaltada. Pero, después del lío que había formado, corrió a su jardín para reposar tranquilo en su canastilla.

14. La profesora de gimnasia pidió a sus alumnas que se pusieran en fila. A continuación les pidió que se tocaran las rodillas con las manos, y después hubieron de estirarse un poco más para tocarse los tobillos con la punta de los dedos. Adela tenía las mejillas realmente rojas al terminar el ejercicio, pero Luis intentó estirarse un poco más y logró doblarse tanto que tocó las rodillas con su barbilla. "¡Aleluya, por fin lo habéis hecho bien!" dijo la profesora después del estiramiento. "Ahora ya podéis ir a la canastilla a por las pelotas para jugar, pero sin armar bullicio", terminó diciendo.

15. Caminaba ayer una yegua por el campo, cuando de pronto vio a un buey que se dirigía hacia ella. La yegua disminuyó su marcha y se paró frente al animal para preguntarle si sabía dónde estaba el castillo del rey Yago. El buey que venía cansado de trillar, miró con desgana y siguió su camino sin responder. La yegua contrariada, continuó hasta encontrarse con una ardilla, a la que le preguntó lo mismo, pero la ardillita, siguió royendo una avellana y no le respondió. De nuevo la yegua, cansada de la mala educación de los animales de aquel bosque prosiguió su camino. Finalmente encontró a uno de los lacayos del castillo pescando junto a un lago, pero este, le pidió que no hablara para no espantar a los peces. ¡Era el colmo! ¡Vaya gente tan antipática! Cuando encontrara el castillo, pensaba hablar directamente con el rey Yago sobre aquellos personajes tan desagradables.