Importancia del sentido del tacto

Desarrollar este sentido en tu hijo

Tocando y sintiendo aprendemos acerca del mundo y de nosotros mismos.

Importancia del sentido del tacto

Sensibilidad a flor de piel

El sentido del tacto es probablemente el primero que se desarrolla durante la vida intrauterina, ya que el feto reacciona desplazándose cuando se le roza. Por ello, la estimulación táctil debe comenzar desde el mismo momento del nacimiento. Para desarrollarse física y emocionalmente, el bebé necesita el cálido contacto con el cuerpo materno. Las yemas de los dedos, las palmas de las manos, la boca, las plantas de los pies son zonas especialmente sensibles. Es fácil ver a los más pequeños llevándose a la boca todo cuanto encuentran.


Grandes aportaciones

Los receptores sensoriales de la piel no sólo nos proporcionan información acerca de las características y peligros del entorno, sino que además nos permiten realizar muchas destrezas y conocer mejor nuestro cuerpo. A través de dichos receptores, percibimos temperaturas, presión, humedad, texturas, contornos y dimensiones. Percibimos además dolor, aprendemos a localizar las partes de nuestro cuerpo y recibimos información de las posturas que adoptamos, de modo que nos ayudan también a estructurar nuestro propio esquema corporal.

Contribuir a su pleno desarrollo

  • Las caricias y los masajes rítmicos y repetitivos favorecen el proceso de maduración del sistema nervioso del niño, además de tranquilizarle.
  • No reprimirle esa necesidad de obtener información chupando los objetos.
  • Estimular su curiosidad y placer manipulador, favoreciendo que agarre y manosee multitud de objetos para reconocer y descubrir las cosas.
  • Ofrecerle juguetes, objetos y actividades con las que pueda percibir diversidad de cualidades: diversas texturas (superficies lisas, rugosas, esponjosas, peludas...), diferentes consistencias (blandas, duras, flexibles, líquidas, espumosas…), distintas temperaturas, tamaños, pesos y formas (geométricas, de animales, de personas u objetos cotidianos), multitud de materiales (arena, agua, barro, plástico, madera, tela, plastilina…).

Experiencias cotidianas

Seguramente se os ocurrirán numerosas actividades para estimular su sentido del tacto, pero una vez más os recuerdo que en la vida cotidiana se presentan numerosas experiencias que el niño vive de una forma muy espontánea y ante las cuales se manifiesta mucho más motivado, como por ejemplo jugar con el agua al lavarse las manos, investigar por los cajones o pisar con los pies descalzos. Dejémosle experimentar, en la medida de lo posible.

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Comentarios (2)

24 ago 2017 03:15 Fnaf Y Mucho Más

Esto de verdad me ayudo a hacer mi tarea. El que haya hecho esto le agradecería mucho ;)
Me encanto

23 jul 2017 21:59 Juana

No me sirvio de mucha ayuda