El poder del “puedo hacerlo” a la hora de estudiar en la infancia

Claves para creer en uno mismo al estudiar


Publicado por Patricia Fernández, bloguera y periodista especializada en ocio y tiempo libre
Creado: 13 de abril de 2025 09:42 | Modificado: 14 de abril de 2025 09:10


Creer en uno mismo es uno de los pilares fundamentales para tener éxito en los estudios. No basta con estudiar muchas horas, porque sin confianza en nuestras capacidades, el esfuerzo se diluye. Te contamos cómo fortalecer la autoestima académica en los niños y qué hábitos pueden ayudarle a desarrollar el poderoso "puedo hacerlo".

El poder del puedo hacerlo al estudiar

La importancia de la confianza en el aprendizaje en la infancia

A menudo, cuando un estudiante tiene dificultades con una asignatura o no obtiene los resultados esperados, el problema no es la falta de inteligencia, sino la falta de confianza en sí mismo. El pensamiento "soy malo en matemáticas" o "esto no es para mí" se convierte en una barrera invisible que impide avanzar.

Creer que uno puede mejorar y aprender es la base de lo que la psicóloga Carol Dweck llamó mentalidad de crecimiento. Esta mentalidad parte de una idea sencilla pero poderosa: las habilidades no son fijas, se pueden desarrollar con práctica, esfuerzo y estrategias adecuadas.

Por eso, cultivar el pensamiento "puedo hacerlo" no es solo una cuestión de motivación: es una herramienta real para mejorar el rendimiento y disfrutar más del proceso de aprendizaje.

Cómo creer en uno mismo a la hora de estudiar

1. Identificar y cambiar los pensamientos que nos limitan

El primer paso para desarrollar una buena autoestima académica es observar qué nos decimos a nosotros mismos cuando estudiamos o enfrentamos un examen. Muchas veces nos repetimos frases como:

  • "Nunca aprobaré este examen."
  • "No soy bueno en esto."
  • "Voy a suspender seguro."

Estos pensamientos, aunque parezcan inofensivos, tienen un efecto directo sobre nuestra concentración, nuestra memoria y nuestra capacidad de resolver problemas. En cambio, si aprendemos a sustituirlos por frases como:

  • "No entiendo esto todavía, pero puedo aprenderlo."
  • "He superado otros retos antes, puedo con este también."
  • "Cada vez me sale mejor."

...estaremos creando un entorno mental más favorable para el estudio.

No se trata de caer en el pensamiento positivo exagerado, sino de cultivar una actitud realista y constructiva, que nos ayude a avanzar en lugar de bloquearnos.

2. Celebrar los pequeños logros

A veces esperamos sentirnos confiados solo cuando alcanzamos una meta grande: aprobar una asignatura, sacar una buena nota, terminar un curso. Pero para construir verdadera confianza, es fundamental celebrar los pequeños pasos del camino.

¿Has entendido un tema que antes te costaba? ¿Has conseguido estudiar media hora más que ayer? ¿Has sido constante durante una semana? Todo eso cuenta.

Anotar los progresos en una libreta o agenda puede ser una buena herramienta. Al ver por escrito todo lo que ya has logrado, es más fácil creer que puedes seguir avanzando.

3. Establecer metas alcanzables

El "puedo hacerlo" también nace de la experiencia de conseguir objetivos. Pero si nuestras metas son demasiado grandes o imprecisas ("voy a estudiar todo el temario en un día"), es fácil frustrarse y sentir que no valemos.

Por eso es mejor dividir los objetivos en tareas pequeñas, claras y realistas:

  • En vez de "voy a estudiar matemáticas", proponte "voy a resolver cinco ejercicios de ecuaciones".
  • En lugar de "me pondré al día con historia", di "leeré y subrayaré el tema 4 en 30 minutos".

Cada objetivo cumplido refuerza la idea de que sí puedes. Y, si un día no lo consigues, no pasa nada: evalúa, ajusta y sigue adelante.

4. Rodéate de un entorno positivo

Nuestro entorno también influye mucho en cómo nos sentimos respecto a nuestras capacidades. Si pasamos tiempo con personas que constantemente nos critican o que ven el estudio como una tortura, es más difícil mantener una actitud positiva.

Busca apoyos que te motiven: un amigo con quien estudiar, un profesor que te anime, vídeos inspiradores de gente que ha superado dificultades. También puedes crear un pequeño ritual antes de estudiar: una taza de tu bebida favorita, música suave, una frase inspiradora en tu escritorio. Todo ayuda.

5. Aprende de los errores sin hundirte

Equivocarse es parte del aprendizaje. Pero muchas veces, los errores se interpretan como fracasos personales, cuando en realidad son señales útiles que nos muestran por dónde mejorar.

En lugar de decir "he fallado porque soy tonto", intenta pensar: "¿qué puedo aprender de este error?". ¿Has fallado por no entender bien una parte? ¿Por no repasar lo suficiente? ¿Por los nervios? Detectarlo te da herramientas para hacerlo mejor la próxima vez.

Recuerda: incluso las personas más brillantes fallan. La diferencia está en cómo reaccionan ante esos fallos.

6. Visualizar el éxito

La visualización es una técnica utilizada por deportistas, artistas y estudiantes: consiste en imaginar de forma detallada cómo se siente lograr lo que deseas. Cierra los ojos e imagina que estás haciendo bien ese examen, comprendiendo el tema difícil, sintiéndote tranquilo y preparado.

Aunque suene simple, está demostrado que la visualización activa áreas del cerebro similares a las que se activan cuando haces la acción real. Es una forma de entrenar tu mente para el éxito.

Hazlo unos minutos antes de estudiar o de dormir, y verás cómo cambia tu actitud.

7. Cuida tu cuerpo para cuidar tu mente

Dormir bien, alimentarte de forma equilibrada y hacer ejercicio con regularidad tienen un impacto directo en tu estado de ánimo y tu capacidad de concentración. Si estás agotado o con hambre, será mucho más difícil mantener la confianza y el enfoque.

Además, el ejercicio físico libera endorfinas que mejoran tu ánimo y reducen el estrés. Un paseo, un poco de baile o yoga, incluso unos estiramientos entre bloques de estudio pueden marcar una gran diferencia.

El "puedo hacerlo"se entrena. La confianza en uno mismo no es algo con lo que se nace o no se nace. Es una habilidad que se puede entrenar, igual que las matemáticas o la comprensión lectora. Cada vez que eliges seguir, que corriges un pensamiento negativo, que celebras un logro, estás construyendo esa creencia interna que dice "puedo hacerlo".

Y esa creencia, más que cualquier talento natural, es la que te llevará a conseguir lo que te propongas.

 

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