¿Cuáles son los tipos de memoria que tienen los niños?

La memoria es una de las habilidades cognitivas más importantes en la infancia. Gracias a ella, los niños aprenden, retienen información y desarrollan su capacidad para interactuar con el mundo. Sin embargo, no todos los tipos de memoria en los niños funcionan de la misma manera, ni cumplen el mismo propósito. Te contamos cuáles son los tipos de memoria que tienen los niños, cómo se desarrollan según la edad, y qué podemos hacer para potenciarlas desde la infancia.

Los tipos de memoria en los niños

Los expertos han identificado varios tipos de memoria en los niños que desempeñan diferentes roles en el desarrollo infantil. Los principales son:

1. Memoria sensorial

La memoria sensorial es el primer contacto que los niños tienen con el mundo. Es la capacidad de registrar información de los sentidos (vista, oído, tacto, gusto y olfato) durante unos segundos antes de que desaparezca o se transfiera a otro tipo de memoria.

• Ejemplo práctico: Un bebé oye la voz de su madre y la reconoce como un estímulo reconfortante.
• Cómo se desarrolla: Está presente desde el nacimiento y se afina con la experiencia y el uso constante de los sentidos.
• Cómo potenciarla: Jugar con texturas, sonidos y colores puede estimular la memoria sensorial en los primeros años.

2. Memoria a corto plazo o memoria de trabajo

La memoria de trabajo en los niños es la memoria que permite a los niños retener información por un tiempo breve, generalmente entre 15 y 30 segundos. Por ejemplo, recordar un número de teléfono para marcarlo.

• Ejemplo práctico: Un niño que repite un verso de una canción que acaba de escuchar.
• Cómo se desarrolla: A partir de los 3 años, esta memoria comienza a fortalecerse y sigue madurando hasta la adolescencia.
• Cómo potenciarla: Juegos como "Simón dice" o actividades de memoria visual ayudan a entrenar esta capacidad.

3. Memoria a largo plazo

La memoria a largo plazo es el tipo de memoria que permite almacenar información durante largos periodos de tiempo, desde semanas hasta toda la vida. Esta memoria es clave para el aprendizaje escolar y personal.

• Ejemplo práctico: Recordar el cumpleaños de un amigo o cómo montar en bicicleta.
• Cómo se desarrolla: Desde los primeros años, pero se enriquece con la repetición y la organización de la información.
• Cómo potenciarla: Asociar conceptos con imágenes o canciones ayuda a mejorar esta memoria en los niños.

4. Memoria procedimental

Este tipo de memoria permite a los niños aprender habilidades y hábitos sin tener que pensar conscientemente en ellos, como montar en bicicleta o atarse los zapatos.

• Ejemplo práctico: Un niño que aprende a escribir su nombre después de repetirlo varias veces.
• Cómo se desarrolla: Se forma gradualmente a través de la práctica y la repetición.
• Cómo potenciarla: Fomentar actividades manuales o físicas, como tocar un instrumento musical, mejora este tipo de memoria.

5. Memoria autobiográfica

Es la memoria que almacena experiencias personales significativas. Comienza a desarrollarse alrededor de los 3 años, cuando los niños empiezan a comprender el concepto de "yo".

• Ejemplo práctico: Recordar una fiesta de cumpleaños o un viaje familiar.
• Cómo se desarrolla: Necesita un desarrollo previo del lenguaje y la capacidad de organizar las experiencias.
• Cómo potenciarla: Conversar con los niños sobre sus días o pedirles que dibujen momentos especiales les ayuda a reforzar esta memoria.

¿Cómo se desarrollan los tipos de memoria según las edades?

El desarrollo de la memoria en los niños es un proceso progresivo y se da en etapas:

• De 0 a 2 años: Predomina la memoria sensorial. Los estímulos del entorno son esenciales para su desarrollo inicial.
• De 2 a 5 años: La memoria de trabajo y la autobiográfica empiezan a surgir con más claridad, ayudadas por el lenguaje y las experiencias.
• De 6 a 12 años: La memoria a largo plazo y la procedimental se consolidan, permitiendo un aprendizaje más estructurado.
• A partir de los 12 años: Se perfeccionan todos los tipos de memoria, gracias al desarrollo cerebral y la práctica constante.

¿Cómo potenciar los tipos de memoria desde la infancia?

Existen diversas estrategias que pueden ayudar a los niños a desarrollar sus capacidades memorísticas:

1. Fomentar el juego activo: Juegos de memoria, puzles y rompecabezas estimulan la memoria a corto plazo.
2. Crear rutinas: Repetir actividades diarias fortalece la memoria procedimental.
3. Usar herramientas visuales: Los colores, imágenes y esquemas son excelentes aliados para reforzar la memoria a largo plazo.
4. Incluir el arte y la música: Dibujar, tocar instrumentos o cantar canciones mejora la memoria sensorial y procedimental.
5. Practicar la narración: Pedir a los niños que cuenten historias o hablen sobre sus experiencias refuerza la memoria autobiográfica.

¿Para qué sirven los diferentes tipos de memoria?

Cada tipo de memoria tiene un propósito específico en el desarrollo cognitivo de los niños:

• Memoria sensorial: Les permite interactuar con el entorno y desarrollar sus primeros aprendizajes.
• Memoria a corto plazo: Es fundamental para realizar tareas inmediatas y procesar información en tiempo real.
• Memoria a largo plazo: Facilita el aprendizaje continuo y la adquisición de conocimientos.
• Memoria procedimental: Les ayuda a realizar actividades de manera automática, liberando recursos para otras tareas.
• Memoria autobiográfica: Contribuye al desarrollo de la identidad y la comprensión de su lugar en el mundo.

Como hemos visto, los tipos de memoria en los niños son fundamentales para su desarrollo emocional, social y cognitivo. Comprender cómo funcionan y evolucionan permite a padres y educadores estimularlas de manera efectiva desde la infancia. Invertir en el desarrollo de la memoria no solo mejora el aprendizaje, sino que también fortalece las habilidades necesarias para enfrentar los desafíos de la vida.