Los adolescentes y el alcohol. ¿Qué hacer?

El uso problemático y el abuso de alcohol en la adolescencia

El consumo problemático y el abuso de alcohol representan desafíos significativos en España, así como el abuso de otras drogas, un país que se encuentra entre los que tienen mayor tasa de cirrosis hepática, una enfermedad frecuentemente vinculada al abuso de esta sustancia. Según los datos, la mayoría de los problemas relacionados con el alcohol se inician entre los 16 y los 30 años, lo que resalta la importancia de retrasar al máximo la edad de inicio en el consumo. Este consumo temprano está relacionado con factores culturales, sociales y la facilidad de acceso al alcohol, lo que subraya la necesidad de establecer estrategias de prevención eficaces desde edades tempranas.

Para abordar este problema, es crucial implementar programas educativos en los colegios, comenzando desde los cursos de primaria. Estas iniciativas deben incluir información sobre los efectos nocivos del alcohol en el cuerpo y la mente, además de fomentar habilidades para la toma de decisiones responsables y la resistencia a la presión social. Solo a través de una prevención temprana y sostenida se podrá reducir el impacto del alcohol en la juventud y, a largo plazo, en la sociedad.

Efectos del alcohol en adolescentes

El alcohol en la adolescencia

El alcohol produce múltiples problemas físicos y psicológicos aunque se tome sólo los fines de semana. Como tiene efecto directo sobre el cerebro reduce la concentración y los reflejos, afectando el rendimiento escolar del adolescente. También produce síntomas físicos ya que afecta al hígado y al estómago, aumenta el riesgo de muerte o invalidez por accidente de tráfico, y aumenta el riesgo de contactos sexuales precoces, y así los embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual.

El uso repetido intermitente, y la búsqueda del efecto placentero producen cambios en el cerebro que perpetúan el uso y pueden desembocar en el abuso y la dependencia del alcohol. La adolescencia es una época de la vida en la que se experimenta con alcohol y drogas, en parte porque los adolescentes no ven la conexión entre sus acciones presentes y las consecuencias futuras. También tienen tendencia a sentirse indestructibles e inmunes ante los problemas.

Abuso de alcohol en la adolescencia

Se define abuso de alcohol como un uso repetido que produce consecuencias negativas. Para que se considere abuso se debe presentar al menos una de las siguientes consecuencias:

  • A nivel escolar, académico o laboral (no poder rendir al nivel normal en el colegio o el trabajo por haber usado alcohol)

  • A nivel físico (uso de alcohol cuando es peligroso, como conducir un vehículo o usar maquinaria peligrosa)

  • A nivel legal

  • A nivel social o interpersonal (irritabilidad con los padres, peleas con amigos, pérdida de relaciones sociales, etc).

Los adolescentes con alto riesgo de desarrollar abuso de alcohol incluyen aquellos con historia familiar de abuso de alcohol, adolescentes con depresión, o con autoestima baja, o aquellos que no se sienten aceptados en su grupo. Son especialmente vulnerables aquellos adolescentes con ansiedad social o timidez excesiva.

Síntomas del abuso de alcohol en adolescentes

Es fundamental que los padres comprendan que el consumo de alcohol puede generar síntomas tanto durante la intoxicación como en el período de abstinencia. Detectar a tiempo los signos de abuso en adolescentes es clave para intervenir de manera adecuada. Estas señales pueden manifestarse en diferentes ámbitos:

  • Físicas: fatiga constante, quejas recurrentes sobre malestar físico, ojos enrojecidos y brillantes, náuseas o vómitos frecuentes.

  • Emocionales: cambios notorios en la personalidad, oscilaciones bruscas de humor, irritabilidad, comportamientos impulsivos o irresponsables, baja autoestima, episodios de tristeza o depresión y pérdida de interés por actividades que antes disfrutaban.

  • Familiares: aumento de las discusiones, incumplimiento de normas, mentiras frecuentes, aislamiento, falta de comunicación, y un secretismo excesivo sobre sus amistades, lugares que frecuentan o actividades que realizan.

  • Escolares: menor interés por el colegio, actitud negativa, abandono de tareas escolares, descenso en las calificaciones, ausencias recurrentes y conflictos de disciplina.

  • Sociales: incorporación de nuevos amigos con desinterés por las actividades habituales de familia o colegio, posibles problemas legales, cambios drásticos en la forma de vestir o en preferencias musicales, y tendencia a tatuajes o piercings en exceso.

Detectar estas señales y actuar de manera temprana puede marcar la diferencia en el bienestar y desarrollo saludable de los adolescentes.

Una vez que se sospecha abuso de alcohol, debe realizarse una visita al médico de cabecera, que realizará una evaluación. Existen también sistemas para la detección de alcohol en el aliento que se pueden tener en casa para hacerse por sorpresa. Si se confirma el abuso de alcohol deberán acudir a un especialista.

Tratamiento del alcoholismo en adolescentes

El tratamiento del abuso de alcohol en adolescentes necesita de un equipo especializado. Lo primero es que se consiga la abstinencia completa del uso de alcohol y otras drogas como cannabis, en su caso. Si esto no se consigue pronto debe acudirse a un equipo específico de especialistas en abuso de sustancias (tipo Proyecto Hombre), donde además de psicoterapia individual y de grupo para el adolescente, se da apoyo e indicaciones concretas a los padres. También pueden usarse medicinas para reducir el uso de alcohol. Además deben tratarse los problemas psiquiátricos asociados al abuso de alcohol, con una combinación de medicación, manejo conductual, y apoyo a los padres.

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