La pubertad
Los cambios más importantes de la adolescencia
Vuestro hijo adolescente está obsesionado por la nuez que empieza a despuntar, vuestra hija se ve demasiado gorda y esconde los granos tras un enorme flequillo... ¡Bienvenidos al mundo de la ingrata pubertad! ¿Qué ha cambiado en nuestros queridos niños? ¡Todo! De ello hablamos en esta entrevista con Jean-Philippe Raynaud, psiquiatra de niños y adolescentes.
El cuerpo del adolescente cambia
Aunque pubertad significa cubrirse de pelos, esta etapa no comienza por su aspecto visible. Los cambios hormonales, corporales y psicológicos son de tal intensidad que no tienen otro equivalente en la vida humana más que el embarazo. En general, esto ocurre entre los 10 y los 14 años, cada cual a su ritmo, aunque las niñas son más precoces que los niños.
En unos meses, los niños adquieren las características hormonales de los adultos, especialmente las hormonas sexuales. En las chicas: les crece el vello en el pubis, las piernas y las axilas. Se desarrollan los senos, generalmente, uno más que el otro. Las secreciones vaginales son más abundantes y, al final de la pubertad, empiezan a menstruar.
Al principio, los ciclos pueden ser irregulares. Debido al efecto de los cambios hormonales, la niña puede engordar y también estar más sensible: pasar de la risa al llanto sin solución de continuidad. En los chicos: además del crecimiento del vello por todo el cuerpo, se desarrollan los músculos, el tórax y los hombros se ensanchan, el pene se alarga y los testículos crecen, de momento, de forma desigual. También es la edad de las primeras erecciones.
En resumen: el cuerpo se desarrolla a gran velocidad. Para los dos sexos, estos cambios hormonales generan secreciones grasas de la piel, el sebo, que provoca el acné. Las hormonas son también las responsables de la aparición del olor intenso de la transpiración.
Los deseos del adolescente
Son muy ambivalentes: por un lado, desean que les crezca la barba, o que se desarrollen los músculos o los senos pero, al mismo tiempo, lo temen, por lo que nunca están satisfechos. Estos cambios corporales tan rápidos desconciertan al preadolescente, que aún no tiene la madurez intelectual que corresponde a sus 1,80 metros de estatura. Los adultos hablan entonces de la edad del pavo. Es la expresión del desfase entre la madurez física y la madurez psíquica.
El tema de la sexualidad en la adolescencia
Las preguntas que se plantean sobre la sexualidad guardan relación con su conformidad: la edad de la primera relación sexual, el tamaño de su sexo.... Al contrario de lo que se cree, los adolescentes no son más precoces (la edad de la primera relación sexual está en torno a los 16 ó 17 años), ni están mejor informados que las generaciones precedentes. Lo que ha cambiado es la presión social: los adultos les preguntan constantemente qué tal les va con los chicos o con las chicas cuando, algunos, todavía no se interesan por el tema.
Entrevista de Léa Vilmer a Jean-Philippe Raynaud, psiquiatra de niños y adolescentes.
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