Autoestima e imagen corporal en la adolescencia

Depresión, anorexia y otros conflictos en adolescentes

La adolescencia de las chicas parece ser en muchos casos más difícil que la de los chicos, como se manifiesta en tres tipos de problemas estrechamente relacionados: las dificultades de autoestima, los síntomas depresivos y los trastornos de alimentación. Todos los adolescentes son susceptibles de caer en alguno de estos problemas, y cada vez más son los chicos los que también padecen esta enfermedad, por eso es imprescindible la labor de apoyo y consejo de los padres.

Sexismo y autoestima de los adolescentes

Autoestima en la adolescendia

El conflicto originado entre los cambios corporales que produce la pubertad en las chicas, y cada vez más en los chicos, y la imagen que los medios de comunicación transmiten de la mujer y el hombre ideal, en los que la delgadez extrema queda fuertemente asociada no solo a la belleza, sino también al éxito y a la eficacia. La presión que esta imagen ejerce sobre los adolescentes debe ser considerada y combatida como una de las más extendidas alienaciones que sufren en la actualidad.

Depresión y anorexia en la adolescencia

Para valorar las consecuencias que estas dificultades de autoestima producen en la salud y el bienestar de los adolescentes, conviene tener en cuenta que incrementan el riesgo de aparición de síntomas depresivos y de trastornos de alimentación, como la anorexia, producida por la obsesión por perder peso, una de las principales causas de muerte en la adolescencia, y que se da sobre todo en chicas (en más de un 90% de los casos), entre los 13 y los 17 años, que se perciben como gordas y rechazan los cambios corporales de la pubertad.

Se trata de adolescentes con un elevado nivel de autoexigencia (pretenden ser perfectos en todo), escasas habilidades para resolver los conflictos emocionales que originan las discrepancias entre los ideales y la realidad, una gran capacidad de autodisciplina y que, con cierta frecuencia, tienen amigas también obsesionadas por la pérdida de peso.

Para prevenir estos problemas conviene tener en cuenta, además, que los adolescentes con una identidad sexista rechazan más su imagen corporal y sufren más trastornos de alimentación que los adolescentes con un identidad no sexista.

Cambios con la edad de los niños

Hasta los seis años los niños sufren los cambios en mayor medida que las niñas, estas diferencias disminuyen o desaparecen entre los seis años y la pubertad, y se invierten a partir de dicho momento evolutivo, desde el cual la frecuencia de depresiones es mucho mayor (el doble) entre las mujeres que entre los hombres. Respecto a los trastornos de alimentación, se ha observado una inversión similar en la pubertad, puesto que antes de llegar a ella los niños los padecen con mayor frecuencia, al contrario de lo que sucede después.

Diferencias en el comportamiento de chicos y chicas

Las investigaciones llevadas a cabo reflejan, como posible origen de estos estilos de afrontamiento, que a los niños se les enseñan estrategias de acción y cómo exteriorizar la ira y la hostilidad en mayor medida que a las niñas; y que a ellas se las educa para pensar sobre las emociones, ponerse en el lugar de los demás, sentir empatía y expresar la tristeza (incluso llorando) mucho más que a ellos.

Diferencias que parecen ser una ventaja para las niñas cuando son pequeñas, pero un inconveniente desde la adolescencia para resolver determinados problemas cotidianos, probablemente debido a la superior compatibilidad del estereotipo femenino con las características infantiles que con lo que se espera de una persona independiente en la mayoría de las situaciones desde la adolescencia.

El papel de los padres con los adolescentes

Para que los adultos puedan ayudar a prevenir o a resolver los problemas de autoestima que con cierta frecuencia se producen en la adolescente conviene:

1. Aceptar la creciente necesidad de autonomía que experimenta la adolescente con la edad

2. Favorecer el proceso de construcción de la propia identidad.

3. Ayudar a desarrollar una actitud crítica respecto a los mensajes que transmiten los medios de comunicación, especialmente la publicidad y los relacionados con dietas y adelgazamientos.

4. Prevenir los problemas que pueden derivarse del sobrepeso así como de los que con cierta frecuencia origina la obsesión por las dietas.

5. Fomentar que la adolescente adquiera habilidades de resolución de conflictos emocionales.

En definitiva, fomentar una autoestima saludable y una relación positiva con la imagen corporal en la adolescencia es un desafío que requiere el compromiso de todos: familias, educadores y sociedad en general. Escuchar, acompañar y reforzar los valores que trascienden la apariencia física son claves para ayudar a los adolescentes a construirse como personas íntegras, seguras y felices. Recordemos que la aceptación y el amor propio no solo impactan su presente, sino que también sientan las bases para un futuro en el que puedan vivir en armonía consigo mismos y con los demás.

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