Aspectos sociológicos de la habitación del adolescente

El cuarto como refugio personal y de intimidad

François de Singly, sociólogo especializado en la familia, se ha interesado por el modo en que los jóvenes, al entrar en la adolescencia, se apropian de su habitación y cómo su mundo personal encuentra en ella su lugar de intimidad . "Aunque su habitación es importante, la mayor parte de los adolescentes no se encierran en ella. También frecuentan el resto de la casa y no se refugian en su dormitorio de manera sistemática.

La relación entre casa y colegio

La habitación del adolescente

La habitación está asociada a la escolaridad. "Desde pequeños, el dormitorio se convierte en una habitación anexa al colegio, con la mesa de trabajo, el diccionario, etc. De tal modo que "su habitación" no es solo suya, no es un espacio "personal", sino que obliga al joven a revestirse con el atuendo escolar. "Ve a tu cuarto a hacer los deberes" es una frase que genera una relación distante con esa habitación".

Intimidad del adolescente

"Algunos jóvenes pasan poco tiempo en su habitación no sólo porque sus padres han instalado los aparatos atractivos ?tele, pantalla de videojuegos, ordenador- en otro lugar, sino porque su mundo personal está fuera de la vivienda familiar: las reuniones con los amigos y las amigas, el fútbol, el monopatín, etc." Otros adolescentes se sienten más a gusto en su habitación porque su mundo depende de la imaginación. La habitación personal sólo cobra sentido si permite acceder al mundo con el que sueña el joven".


Diferencias asociadas al medio familiar

"En las familias de ejecutivos, los padres insisten explícitamente en la autonomía pero, al mismo tiempo, prohíben que sus hijos tengan una tele o un ordenador en su cuarto. Entre las clases populares, la individualización esta claramente acentuada. Es menos común que el niño tenga su habitación privada, pero el equipamiento es más importante y, a menudo, suele incluir un televisor.

Es como si, dentro del espacio domestico, los padres de clase media alta pusieran en práctica una pedagogía de la independencia y los padres de las clases populares insistieran en una pedagogía de la autonomía". Los padres ejecutivos "sueñan con un niño que lea en su habitación y valoran poco a un joven que pasa horas delante de la tele". Por eso colocan los aparatos atractivos lo más lejos posible de su cuarto. Esta estrategia tiene un efecto indeseado: disminuye el atractivo de la habitación y extiende a toda la casa la noción de espacio personal".

Noélie Viallet.

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