Mi bebé no coge el ritmo del sueño

Una solución para cada caso cuando el bebé tiene problemas para dormir.


Publicado por Patricia Fernández, bloguera y periodista especializada en ocio y tiempo libre
Creado: 26 de octubre de 2017 17:47 | Modificado: 14 de febrero de 2025 12:42


Estabais preparados para pasar algunas noches en blanco después del nacimiento del bebé. Pero se suponía que las cosas se iban a ir reconduciendo día a día. Sin embargo, tu bebé se despierta varias veces cada noche, solo se vuelve a dormir entre tus brazos, duerme como un lirón durante el día y te llama en cuanto te acuestas. ¿Qué hacer?

¿A quién incomoda que el bebé no duerma?

  • A tu bebé. A veces se vuelve cascarrabias y le cuesta coger el sueño.

  • A ti. No soportas verlo llorar y empiezas a estar agotada.

Una solución cuando el bebé no duerme

1. Duerme en cualquier momento

Vuelves del trabajo, impaciente por mimar a tu pequeño y te lo encuentras dormido, con los puños cerrados. El fin de semana, lo acuestas más tarde con la esperanza de dormir un rato más por la mañana. Pero nada, se despierta a media noche. Resulta un poco irritante.

Qué debes hacer

  • Ten paciencia. Tu bebé necesita varios meses para acomodarse al ritmo de la jornada. Al nacer, duerme de dieciséis a veinte horas al día. A los 3 meses, puede dormir seis horas seguidas, ¡pero no siempre por la noche! Hasta los 6 meses no podrá dormir de un tirón. Mientras, tendrás que ser tú la que te adaptes a su ritmo. De nada sirve despertarlo para darle el pecho o para jugar, así solo conseguirás alterar su reloj interno.
  • Aprende a descifrar las señales que te envía: ¿bosteza, se frota los ojos o manosea la almohada? Es el momento de acostarlo.

2. Solo se duerme en tus brazos

Todas las noches, media hora después de acostarlo, tu bebé se pone a llorar. Y tú lo coges en brazos para acunarlo.

Qué debes hacer

  • El sueño del recién nacido está compuesto de ciclos de una hora en los que a una fase de sueño tranquilo sigue otra de sueño agitado, durante la cual el bebé gesticula, hace muecas y gimotea. Pero no lo cojas en brazos: está soñando mientras duerme y lo despertarías.

  • Hacia los 8 ó 9 meses, tu bebé empieza a temer la separación. También en ese momento debes resistir la tentación de alargar los mimos. Es preferible que estimules su sueño bañándolo por la noche y prolongando el efecto relajante con un masaje. Establece un pequeño ritual a la hora de acostarlo: un cuento, una nana o un beso y... a dormir.

3. Se despierta por la noche

Los lactantes se despiertan varias veces durante la noche, pero tienen que volverse a dormir solos. Si el bebé se ha quedado aletargado en tus brazos, no comprende por qué se despierta en su habitación.

Qué debes hacer

  • Ayúdalo dándole puntos de referencia estables. Acuéstalo siempre en su cuna. Si le das el pecho, procura que no se duerma mientras mama.
  • Para ayudarle a diferenciar el día de la noche, procura que no duerma totalmente a oscuras durante el día y no enciendas la luz en plena noche.
  • Cuando le des el biberón de la noche, háblale en un tono más tranquilo.

Cuando el bebé no duerme bien, es normal que los padres se sientan agotados y frustrados. Sin embargo, es importante recordar que cada bebé es único y que sus patrones de sueño pueden cambiar con el tiempo. La paciencia y la constancia son clave para ayudar al bebé a desarrollar buenos hábitos de descanso. Establecer rutinas relajantes, como un baño templado, cuentos o música suave antes de dormir, puede marcar una gran diferencia. Además, observar señales de sueño y responder a ellas de manera adecuada ayudará a que el bebé no llegue sobrecansado a la hora de acostarse.

Si a pesar de todos los esfuerzos el problema persiste, consultar con un pediatra o un especialista en sueño infantil puede ser una buena opción para descartar cualquier causa médica y encontrar estrategias personalizadas. Lo más importante es no desesperarse ni sentirse culpable: el sueño infantil es un proceso de aprendizaje y ajuste tanto para el bebé como para los padres. Con amor, paciencia y algunos cambios en la rutina, poco a poco el bebé logrará dormir mejor, y toda la familia podrá descansar más tranquila.

Elisabeth Tzimakas con la colaboración de Lyliane Nemat-Pier, psicóloga y psicoanalista.
© Enfant Magazine

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